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De Buena vista a Vista Alegre

a través del tiempo memoria gráfica

Siglo XX. En un extremo es una ventana a la imponente Roca Calpe; en el otro, a la Torre Vigía de Sierra Carbonera. La céntrica calle linense estuvo llena de vida y comercios... en otros tiempos

Luis Javier Traverso

05 de enero 2014 - 01:00

LA popular calle Vista Alegre, pese a estar enclavada en la parte céntrica del casco urbano, hasta los años 70 se mantuvo con el primitivo y pésimo pavimento de su calzada que desde el año 1925 se conservaba, de piedras resbaladizas y disparejas. Inexplicablemente se quedó olvidada o excluida del generoso y amplio plan de ordenación y mejoras urbanas que en pocos años transformó casi por completo la fisonomía y vías públicas de La Línea. Aunque no es de extrañar, ya que después de los años -y estamos ya en el 2014- tenemos calles en nuestra Línea de la Concepción que siguen sin pasar por ellas las mejoras urbanas, como son algunas de la barriada del Castillo.

Esta calle, antes de que se derribara el Patio del Cuco, que dio lugar al nacimiento de la plazoleta que puso en comunicación a las calles Hernán Cortés, pasaje Vista Alegre, Plaza de San Cecilio y Oviedo, tenía su entrada por esta misma Plaza de San Cecilio.

La calle Vista Alegre comienza en su parte mas alta por la calle Colón, continuando con un pequeño trozo de calle hasta interceder con la calle Albéniz. Seguimos hasta cruzar la calle González de la Vega, que nos recuerda al Ilustre presidente de la Excmo. Diputación de Cádiz, a quien los linenses le debemos la razón y ser de nuestra ciudad natal. Una vez cruzada esta calle seguimos hacia delante hasta llegar a la Plaza Vista Alegre. Está plaza ha sustituido al Patio del Cuco, patio que dejaba sin salida a la calle y cuando fue derribado en 1971 dejó ver detrás de sus escombros una calle blanca de cal y sol, virtud y alegría de este pueblo linense.

El primer nombre que recibió esta calle fue el de Buena Vista, por acuerdo de la Corporación Municipal en el año 1888, siendo alcalde de la misma don Trinidad Fernández Roda.

En cuanto al segundo, y que todavía conserva; Vista Alegre, data del año 1925, siendo en aquella fecha alcalde don José García Sáenz-Diente.

En la calle Vista Alegre, en su extremo sur, se retrata la imponente Roca Calpe, con sus cambiantes tonos cromáticos entre el gris oscuro y plateado, según la luz del sol que reciba. En la vista del norte, Sierra Carbonera, alegre y postinera, que antiguamente, coronada por su Torre Vigía, destacaba como un trono real al fondo de la calle. Por lo tanto, este puede ser el significado de sus nombres.

Hasta el año 1925, en plena dictadura de Primo de Rivera, y según una relación de calles presentada en sesión municipal celebrada el 23 de septiembre de ese mismo año, con indicación de su número de habitantes, la calle Vista Alegre contaba con 402 vecinos.

Según comentaban algunos vecinos a Francisco Tornay, allá por el año 1975 cuando realizó sus radiografías de las calle linenses, en 1910 su calzada era toda arenosa y los vallados de cañaverales y chumberas la bordeaban en su totalidad, especialmente desde su cruce con la de González de la Vega hasta la de Colón, que eran huertos, tales como el de Escalante, Señora Catalina. Fue en 1925 cuando se empedró.

En cuanto a los comercios que existían en esta calle tenemos por ejemplo que, en la calle Albéniz, que comunica la calle Cádiz con esta de Vista Alegre, existió una fabrica de gaseosas de Antonio Volaino, que trabajó hasta el año 1936 aproximadamente (tal vez sea la fábrica de gaseosas Niágara, que ya existía en el año 1917). También el taller de herrería y carpintería de carro de Olmo, donde se reparaban los coches de caballos que hacían el servicio de pasajeros entre la carretera de Gibraltar y La Línea, el patio y confitería de la Rica Pobre, carbonería de Señora Catalina; Patio de Antonio el Zapatero, Herrería de Parra; la casa de María la Chata en la esquina de la calle González de la Vega, donde tuvo una escuela particular la señora Elena, la Droguería Castilla, que fue antes Bodega del Manchego y anteriormente Café la Alegría y en la esquina de enfrente la tienda de comestibles de José Cano, donde anteriormente estuvo un puesto de verduras y frutas de Victoria Marco. En la actualidad no queda ningún comercio en esta calle.

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