Temor al endurecimiento en la Verja de Gibraltar: "No podemos pasar controles Schengen como si fuéramos de viaje a Rusia"

Asociación de trabajadores, empresarios y sindicatos, auguran un "caos" en el paso fronterizo tras conocer que la Policía Nacional volverá a sellar los pasaportes a los gibraltareños

Amenaza de nuevas colas en la Verja: la Policía Nacional volverá a sellar los pasaportes a los gibraltareños

Un hombre pasa en moto junto a la estatua al trabajador transfronterizo, al amanecer de este lunes.
Un hombre pasa en moto junto a la estatua al trabajador transfronterizo, al amanecer de este lunes. / Erasmo Fenoy

La Línea/Planea una calma tensa este lunes en el paso entre La Línea y Gibraltar. Lo habitual es que a primera hora miles de personas crucen de una ciudad a otra a pie, en patinete, en bici o en coche. De fuera a dentro y de dentro a fuera de la Unión Europea, la mayoría para trabajar. Pero no hoy. Es festivo en el Peñón y hay poco movimiento cuando sale el sol. En los bares de La Línea, en muchas casas y en no pocas empresas no se habla de otra cosa. La Policía Nacional va a aplicar de forma gradual el control y sellado de pasaportes a los gibraltareños en el puesto fronterizo. La noticia, publicada por Europa Sur, cae como una losa sobre trabajadores, empresarios y sindicatos de ambos lados de la Verja, que temen que el establecimiento de los controles Schengen provoque un "caos" en el paso fronterizo con "consecuencias catastróficas" para la economía de La Línea, de toda la comarca y de Gibraltar.

"No se nos puede obligar a pasar controles exhaustivos como si fuéramos de viaje a Rusia", dice Juan José Uceda, un veterano extrabajador transfronterizo que ejerce de portavoz de la Asociación de Trabajadores Españoles en Gibraltar (ASCETG). Este colectivo considera que endurecer el paso contradice el espíritu del Acuerdo de Retirada entre el Reino Unido y la Unión Europea, que garantizó a estas personas el mantenimiento de todos los derechos laborales de que disfrutaban antes del Brexit en virtud de la legislación comunitaria.

"No entendemos por qué en nuestra frontera se quiere actuar tan radicalmente, conforme a la más estricta ley europea, con respecto principalmente a los británicos, que son casi todos residentes en nuestra zona y llevan años trabajando en Gibraltar, por lo que deben ser ciudadanos que hay que proteger en este conflicto", apostilla Uceda, que entiende que estas personas están "amparadas por acuerdos" que tienen "el visto bueno de la UE", "como nos han hecho saber desde la ministra Arancha González Laya hasta nuestro actual ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares". "Hay que cumplir con lo que dice la legislación Schengen a rajatabla, pero también es ampliamente conocido que las autoridades suavizan la situación para no perjudicar a más de 15.600 trabajadores fronterizos que cruzan diariamente, a empresas y comerciantes de un lado a otro, familiares, amigos de toda la vida, estudiantes, deportistas y turistas", añade. El Gobierno de España ha negado este lunes que haya agilazado estos controles aparcando su obligación de pedir el pasaporte a los llanitos.

Motos a la entrada al peñón este lunes.
Motos a la entrada al peñón este lunes. / Erasmo Fenoy

Empresarios y sindicatos

"Dados los antecedentes y el caos que se originó hace algunas fechas, cuando empezaron a pedir los pasaportes, pues la verdad es que nos causa preocupación. Por supuesto tememos que Gibraltar aplique medidas recíprocas, o sea que también pida los pasaportes, con el perjuicio que esto tiene para todos los trabajadores, que no llegarían a tiempo a sus puestos de trabajo", subraya el empresario linense Lorenzo Pérez Periáñez, portavoz del Grupo Transfronterizo, compuesto por organizaciones sindicales y empresariales de Gibraltar y del Campo de Gibraltar.

El panorama que augura es desolador: "El turismo no fluiría en Gibraltar, con el daño que eso haría a la economía de toda la zona, porque hay muchísimos trabajadores transfronterizos que trabajan en el sector servicios y los gibraltareños no vendrían a La Línea, al mercado, a la hostelería, al comercio, todos son perjuicios", explica Pérez Periáñez, que entiende que el endurecimiento de los controles en la Verja "no es una medida adecuada". "Estamos inmersos en un proceso negociador y se estaban aplicando las medidas de antes de que entrara en vigor el Brexit, hasta que termine no debería cambiar", apostilla.

Este colectivo espera que la negociación termine con un acuerdo "porque si no las consecuencias serían catastróficas para la zona". "Según las palabras de la ministra que hace unos días estuvo con nosotros, María Jesús Montero, no hay un plan B, no se ha dotado al Campo de Gibraltar de unas medidas compensatorias por si el acuerdo fallara", manifiesta. "Por supuesto que nada va a suplir lo que genera la economía de Gibraltar a la zona, por supuesto que no, ningún plan B, pero es que no tenemos ni eso, así que es lógica mucha preocupación", añade.

El Grupo Transfronterizo contempla que la petición de pasaportes la haga el Gobierno español "como medida de presión". "No creo que el cometido de la política sea hacerle la vida más complicada a los ciudadanos, más bien todo lo contrario. Nosotros necesitamos ya de una vez por todas que se firme este acuerdo, se ratifique, que adquiera el rango de tratado, que perdure en el tiempo y que genere ya una tranquilidad en la zona. Tener un marco jurídico definido generaría unas inversiones sobre todo de capital gibraltareño que serviría muchísimo para desarrollar la maltrecha economía de nuestra zona", concluye.

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