La invitación del Rey de España a Reino Unido para dialogar sobre la soberanía de Gibraltar provocó que el Gobierno gibraltareño afirmara que, lo único importante en 2016 es que se preserven "los derechos de un pueblo a decidir su propio futuro". "Los días en los que los territorios podían ser transferidos de un monarca a otro, sin tener en cuenta los deseos de las personas que vivenen él terminaron hace mucho tiempo", afirmó el Ejecutivo en unas declaraciones recogidas por la GBC, la radiotelevisión pública del Peñón.

Durante su discurso Felipe VI se refirió al contencioso de Gibraltar, "la única colonia existente en territorio europeo", invitando al respecto al Reino Unido a "poner fin a ese anacronismo con una solución acordada que restablezca la integridad territorial de España y resulte beneficiosa para la población de la colonia y del Campo de Gibraltar".

El Gobierno de la Roca respondió al monarca español que no estamos en 1704 o 1713 y que es "lamentable que España siga anclada en el siglo XVIII". "Madrid, afirmó un portavoz, todavía no se ha percatado de que perdió Gibraltar hace más de trescientos años", continuó antes de agregar que es el momento de que se dé cuenta de que nunca va a recuperar la Roca "y que nunca, significa nunca". Son términos parecidos a los expresados por el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, cuando conoció la intención de Margallo de plantear la cosoberanía. "Esta fantasiosa y fútil repetición del sinsentido de la soberanía compartida constituya una pérdida de tiempo y energía para Europa y una pérdida de tiempo para la población de Campo de Gibraltar", dijo. "El pueblo gibraltareño rechazó mayoritariamente la soberanía compartida en 2002 y sigue rechazándola a día de hoy. Trescientos años de cultura, tradiciones y un estilo de vida británicos nos han enseñado a no dejar que nos intimiden", declaró el viceministro principal, Joseph García, hace unos días en Brighton.