El Rey Felipe VI invitó ayer a Reino Unido, durante la Asamblea general de la ONU, a "poner fin" al "anacronismo" colonial de Gibraltar con "una solución acordada" entre ambos países que "restablezca la integridad territorial de España" y "resulte beneficiosa" para la población del Peñón y del Campo de Gibraltar.

En una breve pero significativa parte de su intervención en la Asamblea General de la ONU, la segunda desde que es jefe de Estado y la primera después del referéndum en el que los británicos votaron a favor de abandonar la UE, el monarca lanzó un mensaje al Gobierno de Theresa May en la línea del que viene repitiendo el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo. El responsable de la diplomacia española ya expresó hace meses una propuesta que concretó tras la consulta británica del 23-J y que persigue retomar las negociaciones que ya tuvieron en su día los gobiernos presididos por José María Aznar y Tony Blair. Esto es, negociar una cosoberanía del Peñón que despejaría las actuales incertidumbres, porque Gibraltar seguiría formando parte del mercado interior y no se vería afectada por el Brexit. pero es que, además, esta fórmula, explicó García-Margallo a principios de mes en una reunión de ministros de Exteriores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), "resolvería el contencioso histórico, protegería los intereses de la población de Gibraltar y evitaría discusiones que pueden ser muy agrias en el seno de la UE".

García-Margallo advirtió de que desde el momento en el que los jefes de Estado y de gobierno de la UE fijen las directrices para las negociaciones con Londres, España dejará claro que Gibraltar no puede formar parte de esas conversaciones, porque es una cuestión que debe ser resuelta de forma bilateral, como establece la ONU. De ahí que la intervención ayer de Felipe de Borbón esté cargada de significado para con las aspiraciones españolas de recuperar un territorio que perdió hace 300 años con la firma del Tratado de Utrecht.

Precisamente el monarca, en un contexto europeo incierto como el que se vive tras la confirmación de la marcha de Reino Unido, hizo una defensa cerrada de la Unión Europea (EU). "Su continuidad y fortalecimiento son fundamentales para la paz y prosperidad en nuestro continente", dijo antes de resaltar que nadie saldrá beneficiado de su paralización o fracaso.

"Los españoles nos sentimos orgullosos de pertenecer a la UE, de la que hemos obtenido beneficios innegables y a la que hemos realizado importantes aportaciones llegando a asumir no pocos sacrificios en los momentos en que ha sido necesario por el bien común europeo. Por ello, en las actuales circunstancias estamos dispuestos a seguir en la vanguardia de su profundización en todos los ámbitos", recalcó.

La mayoría de los partidos políticos españoles consideraron muy positivas las palabras del Rey sobre Gibraltar, con una especial defensa por parte del PSOE, que afirmó que el discurso se ve reflejado en sui programa, y el Partido Popular, que ensalzó la relevancia de lanzar el mensaje en las Nacional Unidas.