La sombra de un asesino en serie planea sobre la desaparición de Simon Parkes en Gibraltar
Investigación
Allan Michael Grimson, principal sospechoso de la muerte del marinero, puede salir en libertad condicional este mes tras cumplir 22 años por otros dos crímenes
Apodado Frankestein, intentaba seducir a sus víctimas antes de golpearlas siempre el 12 de diciembre
El juez, la policía y el psiquiatra que lo examinó lo consideran uno de los más peligrosos 'psycho killer', pero no aparecen pruebas para inculparlo
La Policía de Hampshire concluye la excavación en Gibraltar sin pistas sobre el desaparecido Simon Parkes
Una investigación periodística arroja nuevas pistas sobre el crimen de Simon Parkes en Gibraltar
El misterioso caso de Simon Parkes
Nicholas Wright y Sion Jenkins fueron asesinados un 12 de diciembre. El primero, de 1997 y el segundo, de 1998. Wright tenía entonces 18 años y estaba en la Royal Navy. Jenkins, veinteañero, había servido también en la Marina británica. El hombre que los mató se llama Allan Michael Grimson y lleva 22 años en la cárcel por ello. Está considerado un feroz asesino en serie que intentaba seducir a sus víctimas, siempre hombres jóvenes, para quitarles la vida después de la forma más brutal y fría. La Policía cree que dejó hasta otras 20 víctimas que todavía no han sido descubiertas. Tampoco se sabe por qué actuaba siempre el mismo día, el 12 de diciembre. Simon Parkes también era marinero y tenía 18 años cuando desapareció, en 1986, en Gibraltar. Grimson se encontraba en ese momento en el Peñón puesto que servía en el mismo buque. Parkes fue visto por última vez el 12 de diciembre.
Simon Parkes era un joven marinero de la Royal Navy que llegó al Puerto de Gibraltar aquel día a bordo del HMS Illustrious, que realizó una parada operativa durante su regreso a Portsmouth después de un despliegue en Asia y Australia. La Policía de Hampshire, con ayuda de la llanita y del Ministerio de Defensa, ha buscado en Gibraltar el cuerpo de Simon Parkes desde hace 37 años sin descanso. Ha realizado indagaciones por cada rincón del Peñón, intentando reconstruir lo pasos del joven operador de radio para dar con su cadáver, por ahora, sin éxito. Esta búsqueda, con excavaciones en varios emplazamientos de la Roca incluidos, la realiza con la sospecha de que quien lo mató fue Grimson, al que apodan el asesino de Frankestein por su estatura y su frente ancha y del que el juez que lo mandó a prisión dijo que es "un asesino en serie por naturaleza". Un psiquiatra lo describió como el más peligroso de los 250 asesinos que había examinado durante su carrera.
La última vez que alguien vio a Simon Parkes, alrededor de las 22:30 de aquel día, estaba bebiendo en el mismo pub que Grimson, The Horseshoe. Un compañero de tripulación también afirmó haber regresado al barco con Grimson y un hombre parecido a Parkes. El testigo manifestó que, al llegar al buque, los dos hombres decidieron regresar a la ciudad. Pero cuando volvieron a preguntarle, 13 años después, dijo que no podía estar seguro de que fuera Parkes.
En 2002, The Sunday Mirror informó que Grimson había confesado haber matado a Simon Parkes pero se negó a decir dónde estaba el cuerpo del marinero adolescente. Posteriormente negó haberlo matado.
Ahora, al que no hallarse pruebas del asesinato de Parkes, Frankestein está a punto de salir de la cárcel. Su condena en 2001, que cumple en la prisión de Frankland, fue por un mínimo de 22 años, por lo que está previsto que este mes comparezca ante una junta que decidirá sobre su libertad condicional. Su abogado argumentará que debería ser liberado. Solo la aparición de los restos de Parkes o de alguna de sus otras víctimas lo hubiera evitado.
Por eso en este largo tiempo, la Policía incluso recorrió los puertos por los que Grimson pasó en busca de otras posibles pistas, de su rastro de muerte mientras era instructor en el antiguo buque insignia naval Illustrious y en el destructor Tipo 42 HMS Edinburgh. Pero no encontró pruebas para imputarle ningún crimen más. Tampoco para determinar la fecha fija que eligió para matar. "El vínculo entre Grimson y el 12 de diciembre no está claro, pero podría ser la muerte de un familiar, una mascota o algún asunto intrascendente para el resto de nosotros pero importante en la mente malvada de Allan Grimson", dijo el inspector jefe detective retirado de la Policía Metropolitana de Londres, Mick Neville.
Hasta el mes pasado, la Policía Real de Gibraltar llevó a cabo excavaciones en el cementerio de Trafalgar. Ya se buscó allí en 2019 y 2020 cuando agentes de la policía de Hampshire registraron varias tumbas y desagües pluviales después de recibir lo que describió como una pista creíble. Siguiendo nuevos indicios, los investigadores removieron la tierra también el aparcamiento de Town Range. Tampoco encontraron nada.
Tapaderas
Grimson tenía un abono de temporada del Manchester United que se sospecha que utilizó como excusa para viajar por el país en busca de víctimas. Un antiguo amigo le dijo a The Sun que "en realidad, nunca fue a los partidos. Era una tapadera para otra cosa. Preparaba sándwiches, tomaba una petaca y luego iba a buscar a jóvenes sin hogar en diferentes ciudades".
El propio Grimson confesó a la Policía, después de su arresto, que cuando era instructor de extinción de incendios en la Royal Navy observaba a los jóvenes reclutas alineados frente a él, seleccionaba a los más guapos y se dedicaba a tratar de seducirlos.
La primera víctima confirmada de Grimon fue el marinero Wright, de 18 años, a quien atrajo de regreso a su departamento y lo golpeó con un bate de béisbol antes de degollarlo, cortarle parte de la oreja y realizar el acto sexual sobre el cuerpo. Según explicó, el joven le había rechazado. Cuando lanzó su ataque "golpeó el aire en señal de triunfo y soltó un rugido", dijo él mismo. "'Fue un sentimiento tan grande. Nunca he tenido ese sentimiento. Era una sensación de poder, una buena sensación. Me sentí bien por ello", manifestó en el interrogatorio. Al día siguiente, envolvió el cuerpo de en bolsas de basura y lo enterró cerca de Cheriton, Hampshire, en una tumba poco profunda junto a una carretera.
Un año después, asesinó a Sion Jenkins, que había dejado la Marina para convertirse en barman, de una manera parecida. Esperaba que el asesinato le proporcionara una emoción similar, pero en esa ocasión, dijo, "no sintió nada".
Los cuerpos de estos dos hombres no fueron encontrados hasta dos años después. En 1999, la policía de Hampshire volvió a examinar sus desapariciones e interrogó a Grimson. Llegó hasta él después de conocer que Nicholas Wright se había quejado a sus padres, poco antes de su desaparición, de que el instructor de bomberos lo había estado molestando sexualmente. Casi de inmediato, Grimson admitió haberle asesinado y llevó a los detectives a sus restos, que habían permanecido sin ser descubiertos entre la maleza cerca de una carretera muy transitada en Hampshire. "Hay un cadáver más", confesó entonces a los atónitos agentes. Entonces los condujo a otro lugar solitario, a unos pocos kilómetros de distancia, donde había arrojado el cuerpo de Sion.
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