Madrid es el Nueva York europeo
El barco hotel 'Sunborn' ya ocupa su lugar en la zona de Ocean Village
Entrará en servicio a principios de marzo y generará unos 400 empleos directos e indirectos
El barco hotel Sunborn ya ocupa el lugar en el que prestará sus servicios, el Ocean Village de Gibraltar. La zona de Marina Bay fue dragada durante varias semanas para que esta gran embarcación, de 142 metros de eslora y un gran calado, pudiese entrar en la zona del puerto deportivo.
Una buena cantidad de gibraltareños asistió al atraque de este gigante de siete plantas. Los espectadores aplaudieron durante la maniobra de atraque. Ahora los trabajos se centrarán en perfilar los últimos detalles del barco hotel, que durante los últimos meses se ha estado preparando en el dique seco y en el muelle de Coaling Island. Está previso que a finales de febrero o principios de marzo abra al público sus 167 habitaciones de cinco estrellas y todos sus servicios de lujo. Su puesta en marcha generará unos 400 empledos directos e indirectos.
Por otra parte, el grupo ecologista Verdemar-Ecologistas en Acción pide a las autoridades españolas que "extremen las precauciones" ante la salida diaria de "residuos peligrosos" procedentes del dragado que Gibraltar viene desarrollando en la zona de Ocean Village para aumentar el calado y permitir la entrada del hotel de lujo flotante Sunborn Gibraltar.
El portavoz del colectivo ecologista en el Campo de Gibraltar, Antonio Muñoz, explica que actualmente están sacando por la frontera "45 camiones diarios de residuos peligrosos con destino al vertedero de Nerva (Huelva) y recuerda el incidente del buque Norstar, que el pasado mes de noviembre quedó escorado en la zona con 4.000 toneladas de material procedente de ese dragado por un problema de desestabilización de la carga. "Hoy todavía no sabemos donde está ese material".
Lo que pide el colectivo ecologista es que ese material tenga "una trazabilidad" y reclama a las autoridades que estén "vigilantes y actúen" en caso de que sea necesario, pues los vertidos van ahora a la planta de Nerva, pero aseguran que otras veces han ido "a canteras o vertederos de inertes", donde los residuos almacenados son asimilables a los urbanos y no tendrían, por tanto, "ningún tipo de control ni tratamiento".
Verdemar exige que se haga "un seguimiento para garantizar que esos residuos reciben el tratamiento adecuado", pues la "cautela" se hace necesaria ante la existencia de "mafias en gestión de residuos por parte de intermediarios que, por decirlo de alguna manera, quitan de en medio residuos a empresas que deberían ser inertizados mediante tratamientos físico-químicos y que, sin embargo, van soltando donde les parece".
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