La labor de la Academia Andaluza de Gastronomía y Turismo ha quedado plasmada en la divulgación de la excelencia y de la historia con motivo de los Premios Andalucía Gastronomía, gala que en esta décima edición ha tenido lugar en Córdoba, en el rectorado de su universidad, este lunes.

En la capital cordobesa y en la cercana población serrana de Adamuz se han desarrollado las visitas y charlas que junto a la degustación de platos autóctonos han podido conocer los académicos y medios que han formado parte de este evento.

En esa agenda figuraba la asistencia a los molinos en pleno curso del Guadalquivir, como el Molino de Martos, que el Ayuntamiento ha convertido en visitable, para conocer su pasado y funcionamiento en el tratamiento de cereales o como batanes, para la limpieza de paños. En esta visita se divulgó la rica historia de los panaderos cordobeses y las variedades que dieron fama a la ciudad, como presentó la empresa Tres Hileras. De las teleras cordobeses se confecciona un plato que ya es patrimonio nacional como el salmorejo.

Entre los recintos históricos, los académicos fueron atendidos en el Palacio de Congresos, frente a la Mezquita, antiguo convento monumental cuyo actual promotor y gerente, Juan Salado, ha convertido también en museo. Su esposa, al frente de El Horno de Mel, creó un menú de kilómetro cero, con renovadas recetas.

El presidente de la Academia, Iván Llanza, ha destacado la labor del equipo cordobés que ha promovido esta edición, con el profesor universitario Rafael Moreno y la divulgadora Chary Serrano de cicerones.