El mandato municipal que ahora llega a su fin en Jimena comenzó marcado por la incertidumbre sobre quién sería investido alcalde y acaba con la cristalización de una inversión turística millonaria que ha sido posible gracias al consenso político. Una tempestad seguida por la calma sería una buena forma de resumir, políticamente hablando, los cuatro últimos años en esta localidad del Campo de Gibraltar.

El socialista Pascual Collado, ganador de las elecciones de 2015 aunque con solo cinco de los trece ediles de la Corporación, inició su mandato sin que lograra cuajar una alianza entre Francisco Gómez de Izquierda Unida y Guillermo Ruiz, del Partido Popular (con siete concejales en total), como sí había sucedido –por dos veces– en el vecino municipio de Castellar.

Pero la gestión de Collado estuvo sometida a un férreo escrutinio desde el minuto uno. Tanto que apenas un año y medio después sí llegó el acuerdo IU-PP para retirarle el bastón de mando, en diciembre de 2016, aunque solo para hacer a Francisco Gómez nuevo alcalde sin la entrada de los populares en el equipo municipal. Un “estancamiento” del pueblo, supuestas irregularidades en la gestión y favoritismos fueron tres de los quince motivos que sustentaron la moción de censura con la que la dirección provincial y regional de IU mostró discrepancias.

Pero tras la tempestad llegó la calma. Francisco Gómez tomó el testigo al frente del municipio y ha logrado mantener una gestión con apoyos puntuales e incluso con consenso para cuestiones estratégicas. El mayor ejemplo: el Centro Internacional de Turismo Rural promovido por un empresario inglés que invertirá 3,7 millones de euros. Todos los grupos políticos apoyan esta iniciativa que se encuentra solo a falta de la petición de las licencias de obra para ponerse en marcha.

El complejo turístico, con un camping de lujo, cuatro casas rurales y un hotel, entre otras infraestructuras, aportará actividad económica e ingresos vía impuestos y tasas. Y también contribuirá a sustentar a Jimena como un destino turístico de interior que cuenta con otros activos como la gastronomía como carta de presentación.

Aunque Jimena no solo aspira al turismo. La localidad requiere de un polígono industrial para contribuir a la diversificación de su economía mediante la implantación de empresas de transformación de productos primarios. Se trata de una oportunidad ante el estrecho vínculo entre Jimena y el parque natural de Los Alcornocales que deberá ser afrontado por el próximo equipo de gobierno. La nueva Corporación tendrá igualmente como tarea gestionar el final de las obras del centro de día El Gurugú.

La reducción de la deuda ha sido uno de los objetivos del gobierno de Fran Gómez. Desde la llegada de IU, la deuda general se ha minorado en 2.268.156,81 euros, según el último informe de la Intervención municipal, pasando de 11,9 millones en enero de 2017 a 9,6 millones en abril de este año.

Jimena reduce en 2,2 millones su deuda desde el relevo de Collado en la Alcaldía

El periodo medio de pago a proveedores se ha reducido en este mismo lapso en un 70%, pasando de 383 días a 113. Jimena está al corriente de pago y no tiene deudas ni con la Seguridad Social, ni con la Agencia Tributaria, lo que supondrá una herencia positiva para el futuro gobierno.

El próximo equipo municipal que asuma el municipio también deberá culminar la puesta en marcha del nuevo convenio con la empresa pública Arcgisa para rebajar el recibo del agua y mejorar la calidad del servicio. El convenio fue aprobado en el último Pleno de la Mancomunidad, si bien quedan una serie de trámites que tendrán que ser afrontados una vez pasadas las votaciones de dentro de dos domingos.

Al igual que San Martín del Tesorillo (que con su segregación de Jimena ha restado cierto potencial económico vinculado a la agricultura), Jimena demanda mejores vías de comunicación.La A-405 lleva años esperando un proyecto de mejora por parte de la Junta de Andalucía. Ya se reformó integralmente el tramo entre San Roque y Castellar. El nuevo gobierno jimenato tendrá ante sí la obligación de exigir una actuación integral.