El Centro de Deportes El Palo se aferra a su feudo, el San Ignacio, para despejar su camino hacia la permanencia. Los malagueños, con 40 puntos, están dos sobre el peligro de la promoción y tras la derrota de la pasada jornada en Córdoba afrontan el partido de mañana ante la Balona como una final.

El Palo tiene hasta cuatro exbalonos en sus filas aunque uno de ellos, Rafa Villén, no podrá jugar mañana por contrato ya que está cedido por los albinegros. Sí podrá hacerlo su compañero Salvi, que salió de la Balompédica en el pasado mercado de invierno y con la baja en la mano regresó al equipo de su tierra. El portero Mikel Pagola y el veterano central Jesule son los otros dos que se verán con su exescuadra.

El cuadro paleño no podrá alinear al zaguero Nacho Aranda, el único sancionado, y el técnico, Rafa Muñoz, no arrastra lesionados, aunque también es verdad que el exalgecirista Francis Flores no viene contando demasiado en la segunda vuelta del campeonato.

"Nosotros nos jugamos mucho más que la Balona", reconoció el preparador malageño, que califica a la Balona como "un equipo sólido, con trabajo y velocidad". Muñoz admite que una de sus bazas es el exbalono Salvi. "Imagino que jugará muy motivado". Aunque Gerrit, con doce goles, es el gran peligro de un equipo muy correoso en su peculiar campo.