Ante todo, mucha calma

El presidente de la Real Balompédica, Alfredo Gallardo, transmitió ayer un mensaje de tranquilidad y respaldo al entrenador del primer equipo, Rafa Escobar. El máximo mandatario de la centenaria entidad albinegra mantuvo una larga reunión con el técnico al término del entrenamiento vespertino. En la misma ambos analizaron las causas de la racha que atraviesa el equipo, que encadena seis jornadas sin conocer el triunfo, y las soluciones que propone el cordobés no sólo para el complicado duelo del próximo domingo (11:30) en Almería, al que la Balona acude con numerosas bajas, sino a medio plazo.

Después de que el pasado domingo sancionase a los tres expulsados en el partido ante el Real Jaén (Bello, Alberto Merino y Rafa Escobar), así como al algecireño Mario, que vio la quinta amarilla de su ciclo cuando ya estaba en el banquillo, Alfredo Gallardo quiso ejercer ayer de capitán de navío y se encerró en su despacho durante un buen número de minutos con Rafa Escobar.

Ni el club ni los interesados hicieron declaraciones al término de la entrevista que mantuvieron, pero a través de terceros ha trascendido que por encima de cualquier otra circunstancia, Gallardo puso especial atención en que Escobar sepa que cuenta con el reconocimiento del club y le transmitió tranquilidad.

También es cierto que el presidente le dio un tirón de orejas a su entrenador por la expulsión de que fue objeto ante el Jaén. Es un hecho que los árbitros, instados por el Comité Nacional, están siendo especialmente rigurosos en ese apartado esta temporada pero precisamente por esta causa y consciente de que es proclive a irse al vestuario, la Balona ha pedido al cordobés, que se enfrenta a una sanción que puede ser de hasta cuatro partidos, que sea especialmente cuidadoso en ese aspecto.

Alfredo Gallardo tiene intención de mantener a lo largo de la semana nuevos contactos con otros miembros del cuerpo técnico para conocer sus opiniones sobre la evidente crisis de marcadores en la que están involucrados los linenses, así como con alguno de los jugadores de peso de la plantilla, a los que volverá a pedir que hagan causa común para sacar al equipo de su situación. Bien es cierto que dentro de la entidad -y de la afición y medios de comunicación en general- no existe la sensación de que el de la Balona sea un problema de actitud, sino meramente futbolístico.