El exdefensa balono Manu Palancar vuelve a sentirse futbolista. El pasado domingo reapareció con el Coria, que venció uno-cero al San Juan. Su primer encuentro desde que el 23 de marzo del pasado año sufrio la rotura del ligamento cruzado de su rodilla izquierda jugando con la Balompédica en San Fernando. Una lesión que le obligó a pasar por el quirófano.

Un mes de entrenamiento con el San Roque de Lepe, que no le contrató porque su defensa estaba repleta, y después de rechazar la llamada de Mairena y el San Juan pudo por fin competir. "Me encontré bastante bien, la rodilla respondió y las sensaciones fueron muy buenas. Después de casi un año sin jugar, estoy contentísimo", explica el zaguero en declaraciones de las que Estadio Deportivo se hace eco en su edición de hoy.

La lesión ya es agua pasada, pero, en cualquier caso, se disfruta mejor el presente y se aguarda con más ilusión el futuro cuando se le echa un vistazo al pasado. "Los peores momentos fueron las primeras semanas, cuando no me podía mover. Luego, cuando empecé la rehabilitación, vi que cosas tan fáciles como andar o bajar las escaleras no podía hacerlas", recuerda el futbolista.

"Fueron momentos duros que con la ayuda de familia, amigos y novia pude superar. Sin ellos no lo hubiese logrado", acaba.