Cuatro nadadores cruzan a nado el estrecho de Gibraltar en apoyo a la lucha contra la ELA

Cuatro nadadores españoles, Jordi Cervera Martínez, Diego Ortega Ferré, María Victoria Font Fortuny y Mireia Sánchez Marqués, han completado este miércoles una travesía de 15,2 km desde Tarifa hasta Punta Cires, en Marruecos, en 3 horas y 50 minutos. El equipo, motivado por una causa solidaria, pretende concienciar sobre la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y brindar apoyo a quienes conviven con esta enfermedad y a sus familias.

La iniciativa se desarrolló bajo la modalidad de aguas abiertas con neopreno, en condiciones meteorológicas ideales para la zona, con una temperatura del agua de 20,1 °C.

Esta travesía se suma al creciente número de iniciativas deportivas que utilizan la natación como altavoz para causas sociales. Un ejemplo reciente ocurrió en abril, cuando tres nadadores realizaron el cruce del Estrecho (Tarifa–Marruecos) para sensibilizar sobre la ELA, recorriendo también 15,2 km en 4 h 44 m. Además, un particular esfuerzo solidario desarrollado por dos nadadores (un activista con ELA en fase avanzada y otro participante) implementó el lema “Una brazada, una palabra” durante su travesía, convirtiendo cada metro recorrido en un homenaje a las personas afectadas.

Pioneros de la natación solidaria como estos aportan visibilidad vital y llaman la atención sobre el incumplimiento de la financiación real de la Ley ELA, aprobada en octubre de 2024, pero aún insuficientemente dotada.

La causa tras la gesta

El objetivo principal de la travesía no fue deportivo, sino solidario y divulgativo:

• Visibilizar la ELA, una enfermedad neurodegenerativa que afecta la función motora y del habla.
• Apoyar a quienes la padecen y sus familias, resaltando la necesidad de mayor investigación y recursos sanitarios.
• Usar el deporte como vehículo de sensibilización y comunicación pública.

¿Qué sigue ahora?

El éxito de esta travesía refuerza un cambio en la atención pública hacia la ELA, pero aún queda camino. Se busca mantener la presión social para asegurar ayudas reales y cumplir la Ley ELA. Se espera que más deportistas y clubs de natación se unan a iniciativas similares, inspirados por el impacto que generan estas acciones en redes y medios.