Y eso que no eran brillantes (4-1)
Algeciras CF-arcos cf
Un extramotivado Algeciras despliega todo lo que el técnico rival dijo que le faltaba: juego, contundencia y superioridad, y se come al Arcos Willy, Melchor, Mario y Pavón hacen los goles
No conviene provocar a las fieras. Es de temerario, de suicida, y más si esa fiera es el Algeciras Club de Fútbol y juega en su territorio. El técnico del Arcos Club de Fútbol, Keko Rosano, echó a sus futbolistas a los leones con sus declaraciones en la previa, afirmando que el Algeciras no es un equipo solvente, que sus jugadores son menos brillantes y desequilibrantes que los de sus rivales directos, y que no es capaz de ser muy superior a sus contrarios. Pues menos mal. Esas frases, que aseguró que tenían algo de estrategia, pésima a tenor de los resultados, convirtió el Nuevo Mirador en un anfiteatro romano con tigres y leones rojiblancos hambrientos de orgullo, y un pueblo ávido de goles, que hasta cuando iban ya 4-1 y el rival y el partido expiraban pedían más y más. Aunque el aficionado algecirista tiene que agredecer a Rosano sus torpes palabras porque el equipo de Mere volvió a mostrarse arrollador y desplegó un fútbol brillante en buen parte de la desigual contienda. ¿A quién se le ocurre?
Así, un excitado y extramotivado Algeciras, que se recreó en las declaraciones con la página de Europa Sur en las que fueron publicadas puesta en el vestuario, saltó al terreno de juego y mordió en el segundo minuto. Willy hizo ñam tras una gran jugada; un balón que llegó a Joselu en al interior del área, que aguantó de maravilla y se la dejó al de La Perlita, en un intercambio de papeles en la gran conexión que forman. Un gol que encendió las ganas de cachondeo de la grada, que como era de esperar la tomó con un sobreactuado Keko Rosado, que se convirtió en la atracción de feria.
Con el paso de los minutos, el Algeciras enfrió su ira, aunque controló el partido y el Arcos pensó que la mejor defensa, muy fallona la suya, era un ataque. Presionó la salida de balón de los locales, creó problemas de posesión y llevó al balón al área contraria aunque no fue capaz de inquietar al meta Josemi. Todo lo contrario que su rival, un Algeciras que llevaba veneno en sus ataques, aunque faltó algo de movilidad en tres cuartos durante las posesiones más largas.
Mere decidió poner a los mismos que lograron el trabajado triunfo en Alcalá, a modo de premio, con Manzano y Mario en el centro. Mucho mejor el algecireño, de los mejores de su equipo, mientras que el chiclanero sigue mostrando muchos problemas para crear y tampoco es que sea un recuperador nato.
Otros de lo que tenían gana era Melchor, que no está siendo la bestia de las primeras jornadas pero que sigue siendo uno de esos jugadores desequilibrantes que sí tiene el Algeciras. Joselu dio otra lección magistral de lo que tiene que ser un nueve. Robó, aguantó con el cuerpo las tra clase magistral de nueve de Joselu, que robó, aguantó y asistió a Melchor, que recortó por fuera y la metió dento de la meta de Mateo, que pasó una mala tarde. Minuto 35, segundo tanto y los chicos de Mere pusieron el partido donde lo quería.
El trabajo de Joselu ayer, que no marcó curiosamente, es para ponérselo en vídeo a los delanteros de la cantera. Y con poco más se llegó al descanso, con un partido visiblemente resuelto.
El Algeciras salió con más intensidad si cabe. El partido no tenía más historia que ver cuánta sangre era capaz de hacer el conjunto algecirista y acordarse del entrenador rival. La entrada de Javi Chico, por un Willy que se marcó de nuevo vitoreado, sirvió para aprovechar a un Arcos menos compacto defensivamente, que, ya cansado, dio muchas facilidades y dejó muchos resquicisios. El capitán ha dado alguna muestra de mejoría, como si el descanso le haya servido para recuperar su claridad y su velocidad, y no tardará en volver al once.
En el 62', un centro largo de Antonio Jesús, irregular aunque siempre peligroso en los centros, llegó al segundo palo y Mario cabeceó como si nada, para meter el balón picado y hacer el tercer tanto de los albirrojos.
A esas altura el Algeciras ya era dueño y señor de un partido que nunca estuvo en peligro, ante un rival muy limitado, que llegó al Nuevo Mirador intentando incluso proponer fútbol pero que claudicó ante la lógica superioridad.
Todos en el campo, excepto los que defendían los interes del Arcos, querían más. Y Mere el primero. Hizo dos cambios que en otras circunstancias serían extraños y reprochables pero que en esas circuntancias y con el partido resuelto tenían su sentido. Quitó a Benítez para hacer debutar a Adrián Pavón, uno de los dos refuerzos de invierno. Y posteriormente a Víctor González por Gabri. Retiró a los dos centrales e improvisó con Manzano y Mario.
Estas modificaciones tuvo dos consecuencias. Por un lado, el gol del nuevo. Pavón disparó desde tres cuartos de campo rival y el portero rival hizo el resto, vio llegar el balón pero se le escapó entre sus brazos como si fuese una pastilla de jabón y entró para ser el 4-0 y un debut con gol del exmairenero, que todo apunta a que va a ser un futbolista interesante. Por otro lado, llegó el 4-1 para el Arcos obra de Javi Forján, que se anticipó en un córner.
Siguió intentándolo el Algeciras pero no hubo más, no por falta de ganas. Los del Nuevo Mirador siguen intratables, el Arcos y Keko Rosano ya es agua pasada, y ahora tienen que visitar al Mairena, en otro partido que también dará que hablar. Van seis victorias seguidas.
Josemi
Adrián Máiquez
Álvaro Benítez (Adri Pavón, 65')
Víctor González (Gabri, 77') s.c.
Antonio Merino Manzano Mario
Melchor
Antonio Jesús
Willy (Javi Chico, 58')
Joselu Mateo
Ángel Adri
Casillas
Ati (Borja, 41')
Parada
Iván Jiménez
Iván Guerrero
Zúñiga (Javi Forján, 57')
Zurdo
Heredia (Rafi Cruz, 58')
Árbitro: Santizo Álvarez (Sevilla). Regular, en un partido con un sólo dueño se equivocó demasiadas veces. Amonestó al local Antonio Jesús (86'). Goles: 1-0 (2') Willy. 2-0 (35') Melchor. 3-0 (62') Mario. 4-0 (75') Adri Pavón. 4-1 (80') Javi Forján. Incidencias: Encuentro de la vigésimo sexta jornada de Liga en el grupo décimo de Tercera división, disputado en el Nuevo Mirador ante unos 1.500 espectadores.
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