El Algeciras y una cuestión de fragilidad

Algeciras/La fragilidad defensiva se ha convertido en el peor enemigo del Algeciras CF. La peor racha de la temporada del equipo que entrena Fran Justo se debe a varios condicionantes, algunos debatibles, pero uno es impepinable: la sangría de goles encajados.

Tres en Fuenlabrada, tres en Marbella, cuatro ante el Real Madrid Castilla... resultados abultados en contra de un equipo que se había caracterizado por mantener una estabilidad durante la primera mitad del campeonato. El Algeciras de Justo se había asentado con unos números sostenibles tanto a la hora de marcar como la de recibir goles. Esa balanza se ha quebrado en los dos últimos meses de manera preocupante.

La estadística lo deja claro: el Algeciras encajó 22 goles en las 19 primeras jornadas de liga (1,1 goles por partido) y en las ocho fechas de la segunda vuelta ha recibido 14 dianas (1,75 de promedio, muy cerca de los 2 tantos por encuentro).

Lo fácil sería mirar a la portería, pero la realidad es que Lucho García ha contribuido a que estas cifras no sean bastante peores. De hecho, el hispano-colombiano fue elegido como el mejor portero de hace dos jornadas cuando salvó el empate de los albirrojos ante el Mérida con uno menos.

El Algeciras ha logrado dos porterías a cero en la segunda vuelta: ante el Intercity en su última victoria y contra el Recreativo de Huelva también en casa. Es una obviedad repetirlo, pero el camino más corto para volver al triunfo pasa por mantener intacta la meta y en esa tarea se debe implicar el resto del once, en especial una línea defensiva demasiado errática, con peajes excesivos en cuanto a penaltis y expulsiones.

El momento de fragilidad del Algeciras también tiene que ver con la cabeza, con lo mental. Fran Justo lo mecionó tras lo de Fuenlabrada y habló de entrenar esta faceta, probablemente con mucha charla y argumentos para tratar de devolver la confianza a un vestuario falto de alegrías.