"Lo vamos a conseguir". Con esta frase cerró Iván Ania su comparecencia ante los medios tras el empate del pasado domingo ante el UCAM. Después de la cuarta equis consecutiva en el Nuevo Mirador, el algecirismo se marchó a casa un poco contrariado. La afición ve el playoff de ascenso tan cerca y al mismo tiempo tan lejos, a un solo punto una semana más y con un partido menos. El sentir dentro del vestuario, no obstante, es que el Algeciras depende de sí mismo para terminar entre los cinco mejores del grupo II de la Primera RFEF.

La realidad es que la clasificación no puede estar más abierta y del quinto al decimotercero hay apenas cuatro puntos de diferencia. El Algeciras está ahí, en ese vagón que sueña con alcanzar la cuarta o la quinta plaza para disfrutar del premio extra de una fase de ascenso por segunda campaña seguida. Tras lo vivido en Almendralejo, ¿por qué no soñar con volver a intentarlo en Galicia el próximo mes de junio?

Con 49 puntos, las opciones del Algeciras se mantienen intactas y seguirán estando vivas más allá de lo que ocurra el viernes en Castalia ante un Castellón (46) en crisis total, un gigante que ha entrado en picado desde que renovó a su entrenador, Sergi Escobar.

Los albirrojos saben que van a tener que arañar fuera lo que no están consiguiendo en casa en las últimas jornadas. Los tres desplazamientos que hay por delante son ante rivales directos: Castellón, San Fernando y Sabadell, lo que multiplica el valor de esos puntos y sus respectivos golaverajes (con el Castellón y el Sabadell igualados y con el San Fernando muy de cara).

Los dos encuentros que restan en el Nuevo Mirador, ante el Sevilla Atlético y el Real Madrid Castilla, pasan a convertirse en fundamentales si el Algeciras quiere rondar esos 60 puntos que, según los últimos promedios en la Segunda B, harían falta para terminar entre los cinco mejores. 

Matemáticas al margen, las sensaciones del Algeciras en este tramo final están mezclando momentos muy buenos con otros de incertidumbre en los que parece que al equipo le pesa la situación y no es capaz de amarrar partidos que tiene controlado, lo que se ha traducido en cuatro empates en las seis últimas jornadas.

El Algeciras de Ania está compitiendo contra todos, eso es innegable, y curiosamente está teniendo más problemas para sujetar los puntos ante contrarios de la zona baja con el Betis Deportivo o el Costa Brava, ambos ya descendidos, que ante oponentes de mayor talla. Visto así, lo que ofrece el calendario parece que se ajusta mejor a lo que prefiere este equipo cuando salta al césped.

Entre la afición hay de todo, pero la gran mayoría sigue creyendo fielmente en las posibilidades de su Algeciras. Y es que el algecirismo ya lo ha visto todo, incluso milagros que han convertido a los más escépticos.