La alegría vuelve a casa y lo que parecía una crisis se marcha por donde vino. El Algeciras CF recuperó su mejor cara y puso la chispa (y lo más importante, los goles) para superar al San Fernando CD (3-0). Victoria contundente, por derecho y de muchísimos quilates ante un rival que venía como una bala. Ferni abrió la lata en el primer tiempo y el pichichi Romero encauzó un partido que quedó sentenciado a falta de media hora con un tanto en propia de los isleños. El Nuevo Mirador respondió y su equipo se reivindicó en el verde en una tarde redonda.

El algecirismo volvió a sonreír y a vibrar con su tropa. Hacía mucha falta después de la nefasta semana anterior con la Copa de por medio también, y con los fantasmas pululando sobre La Menacha. El Algeciras sacó todo lo que tenía en el arsenal, jugó bien, puso nervio y corazón y la grada hizo el resto. Los albirrojos, con su jefe, Iván Ania, en casa recuperándose del Covid, se ponen con 24 puntos, adelantan al San Fernando y se asoman otra vez a la zona bonita de la clasificación. Por fin escampó.

Ficha

El once de Ania, dirigido desde el banquillo por César Negredo, presentó la esperada vuelta del capitán Iván -que vio la amarilla pronto pero supo templarse- y la entrada de Víctor López en el lateral derecho, muy aseado en una posición en la que venía doliendo la cabeza. Se cayeron de la alineación Alcázar en el costado y Borja, en la medular. En la zona ancha se pudo ver por fin a Pepe Mena en todo su esplendor como antesala a un ataque inspirado con Ferni, Romero, Leiva y un enorme Roni.

Los dos equipos saltaron intensos al Nuevo Mirador. Aunque fue el Algeciras el que pronto empezó a merodear el área de Perales, el San Fernando demostró sus intenciones de hacerse con el balón. Los albirrojos, pacientes, tuvieron la primera llegada peligrosa en el minuto 13 después de que Romero se metiese hasta dentro y su pase de la muerte casi acabase en gol de Pepe Mena. Los isleños, que apenas se asomaron con un tiro alejado del algecireño Ferrón y otro del exbalono Dopi, perdieron el centro del campo ante un Algeciras que poco a poco fue aumentando su sensación de superioridad.

Las llegadas de los locales continuaron con un saque de esquina en el que Ferni chutó fuerte y repelió la zaga isleña en el 27'. Dos minutos después Álvaro Romero volvió a meterse hasta la cocina pero no encontró disparo. El partido empezaba a parecerse al primer tiempo ante el Sanluqueño... y llegó el gol. El Algeciras encontró premio pasada la media hora cuando un centro de Tomás desde la izquierda lo enganchó Ferni de primeras lejos del alcance de Perales. Zarpazo del talaverano, que ha dado una vida tremenda al ataque albirrojo.

Tras el tanto, los de casa mantuvieron el nervio competitivo y la concentración en una primera parte sin lagunas y con más presencia, con más balón y con más oportunidades. Ya no iba a ser como el partido del Sanluqueño, afortunadamente. Ferni disparó alto para apuntarse otro intento antes del descanso.

Algeciras-San Fernando.

La segunda parte retomó con la misma tónica que la primera pero con un San Fernando dispuesto a dar un pasito al frente. Eso lo aprovechó el Algeciras con su velocidad en transición para abrir la brecha en la primera que tuvo. Corría el 50' cuando Leiva se llevó a Dionkou por la izquierda y abrió a Roni, que tras escorarse ante el portero se la dejó a Romero y el pichichi resolvió de maravilla en el área para poner el 2-0. 

Los visitantes encajaron el mazazo y lo intentaron con un nuevo arreón en el que se acercaron a balón parado, con una falta peligrosa de Juanmi Callejón que se fue alta, y con la ocasión más clara en el minuto 61: un cabezazo de Callejón que entre Crespo y el palo quedó en un córner.

La respuesta algecirista fue letal porque en el minuto 66 se produjo la sentencia para los isleños. Un pase al hueco se convirtió en una acción en el área en la que Romero intentó conectar con Roni y el balón terminó en gol en propia puerta de Perales para júbilo total del Nuevo Mirador, que ahora sí que sí veía el triunfo en el zurrón.

A falta de 20 minutos ambos conjuntos movieron el banquillo. Con el marcador a favor, los de casa tienen más recursos para manejar los tiempos por eso salieron Villapalos y Peris, y después Borja, Figueras y el canterano Natera para dar aire y repartir esfuerzos, además de evitar alguna tarjeta innecesaria. Los cañaíllas, con un buen número de fieles en el Fondo Norte, quemaron las naves también aunque con la moral muy tocada. Solo el debutante Pasero le puso unas ganas extra en el trance final.

El duelo se consumió sin sobresaltos para deleite de las cuatro mil gargantas algeciristas que apoyaron y no fallaron a los suyos cuando más falta hacía. Porque hay que estar en las buenas y en las malas también.