San Fernando CD - Algeciras CF | La crónica

(1-2) El Algeciras, una máquina de ganar

  • El líder sale más líder de San Fernando tras conquistar su quinta victoria seguida

  • Romero adelanta, Dopi iguala con uno menos y Llinares decide con una exquisitez

  • Los albirrojos, con su entrenador en casa, duermen con seis puntos sobre el segundo

El algecirista Armando disputa el balón con Biabiany.

El algecirista Armando disputa el balón con Biabiany. / SFCD

El Algeciras CF se ha transformado en una máquina de ganar. Sin su general a pie de campo, los albirrojos también saben ir a la guerra. El líder convirtió la ausencia de Salva Ballesta en una motivación extra para ejecutar el plan a la perfección y llevarse los tres puntos del Iberoamericano de Bahía Sur. El Algeciras se impuso al San Fernando CD, un elenco de nombres y talento que está lejos de ser el bloque compacto que Ballesta ha construido en el Nuevo Mirador. La quinta victoria consecutiva dispara a los algeciristas en el liderato del grupo IV-A de la Segunda B: invictos y 16 puntos de 18 posibles, unos números tremendos y unas sensaciones aún si cabe más aplastantes.

El Algeciras CF va como un cohete en plena ascensión y lo mejor es que la tripulación no padece de vértigo. ¿Dónde está el techo de este equipo? ¿Hasta dónde llegará? Son preguntas que ahora se antojan innecesarias para una afición que disfruta como no lo recuerda en la categoría de bronce, esa que en las últimas dos décadas ha dado más disgustos que otra cosa. Por eso es un momento más que merecido para paladear las mieles del éxito. Carpe diem, que se dice.

El líder salió más líder del envite que abrió la sexta jornada, un partido tradicional, de rivalidad provincial, con dos rachas contrapuestas y sin público, a puerta cerrada. El Algeciras volvió a manejarse como quiso fuera de casa y plasmó su superioridad, especialmente durante los 41 minutos que ambos jugaron once contra once. Los albirrojos aplicaron su fútbol de velocidad, a la espalda de los defensas, y se adelantaron gracias a la picadura letal de Álvaro Romero, ese al que tanto cuesta parar. La expulsión del local Lolo González -absurda para un veterano de su calado- dio alas al San Fernando en el inicio del segundo periodo, cuando el exbalono Dopi cazó un rechace para reponer las tablas. Fue un espejismo porque el Algeciras agarró de nuevo el balón y asestó el segundo puyazo con una genialidad de Marc Llinares, sobresaliente sobre el césped del Iberoamericano. El líder pudo y debió apuntillar, pero una vez más mostró una descarada solvencia para administrar la ventaja.

Desde el sofá de casa, el entrenador del Algeciras había marcado un once en el que sorprendió la baja de última hora de Melchor. Alcázar cubrió el lateral derecho y Yago Pérez, como se intuía, fortaleció el centro del campo en su primera titularidad. El gallego, Armando e Iván montaron un entramado en la zona ancha sobre la que bascula el equipo entero. Salva repitió con Alvarito Romero en punta y otra vez le salió de maravilla. El chiquitito, con permiso de Llinares, fue el que más problemas dio a la zaga isleña.

El choque empezó vivo por parte y parte, con un primer disparo tímido de Llinares, en la izquierda del ataque, y una réplica posterior de Francis Ferrón con un tiro muy blandito. El delantero algecireño, peleón como siempre, es el reflejo del estado de ánimo que comparte todo el San Fernando.

Los azulinos trataron de llegar por bandas, casi siempre por el costado zurdo de Hugo Rodríguez. De ahí salieron algunos saques de esquina que los albirrojos resolvieron sin muchas inquietudes. Corría el minuto 25 cuando el Algeciras armó una jugada como le gusta, con velocidad, que acabó con pase interior de Llinares y una magnífica definición de Romero ante Perales. El sevillano acertó en una parecida a la que se le había escapado ante el Tamaraceite.

El golpe hizo daño a un San Fernando que apenas pudo acercarse al portal de Vallejo con una intentona de Toscano a la media hora. La otra acción decisiva del primer tiempo la protagonizó Llinares en el 41' al escaparse flechado al área rival y ser agarrado por Lolo González, que ya había visto una amonestación al cuarto de hora. El colegiado expulsó al zaguero y dejó un panorama muy propicio para los visitantes.

Sin embargo, el descanso sirvió de revulsivo para los de Jovan Stankovic, que en inferioridad embotellaron al líder en la reanudación. Ni dos minutos tardó el San Fernando en sacar un centro desde la derecha que remató Hugo Rodríguez, despejó Vallejo y el rechace lo cazó Dopi para igualar. El ex de la Balona sigue viviendo bien del gol. El empate dio más empuje a un cuadro azulino que apretó y que dio un susto en el minuto 51 con un zambombazo de Manu Moreno. Fuera por poco.

El Algeciras, que no se descompone de ninguna de las maneras, digirió la mini torrija e hizo lo que tenía que hacer: imponer su superioridad numérica. Los de Ballesta, dirigidos desde la banda por Juan Maraver, volvieron a la carga y en el minuto 64 desarmaron las ilusiones isleñas. Marc Llinares se lo guisó y se lo comió en una jugada por la derecha que finalizó con un disparo precioso. Un lujazo del barcelonés.

A renglón seguido Álvaro Romero tuvo el tercero para el Algeciras pero Perales sacó una pierna providencial. El banquillo algecirista se puso en marcha y reapareció el algecireño Gonzalo Almenara, más músculo para ese juego vertiginoso. Más tarde debutaría también el madrileño Raúl Hernández, de lo mejorcito de la pretemporada y del que se espera mucha pegada.

El último cuarto de hora el partido estuvo donde el Algeciras quiso ante un San Fernando a la desesperada, que también quemó todas sus naves y acabó con Stankovic expulsado y dando patadas a una esterilla. De hecho, lo más cerca que estuvieron los isleños de la proeza fue en el minuto 95 con un latigazo de Jorge García que se marchó alto por poco. Pero el fútbol está con y por el Algeciras esta temporada y a día de hoy da la sensación de que a este equipo difícilmente se le va a escapar algún punto en la recta final de algún partido.

Con este cinco de cinco el Algeciras se marchó a dormir (y a soñar) con 16 puntos en lo más alto de la tabla y a la espera de que acabe la jornada este domingo con seis puntos de ventaja sobre el Cádiz B, el segundo y su próximo rival, y ocho sobre el cuarto clasificado, esa frontera que marca un ascenso.

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