El Murcia, un rival con 14 fichajes y muchas deudas

El Real Murcia CF, que recibirá al Algeciras CF este domingo en la Nueva Condomina (19:00) en la segunda jornada de Liga, afronta la recién iniciada temporada con 14 fichajes. Es sobre el papel uno de los cocos de la categoría, pero ni institucional ni económicamente vive sus mejores momentos. El técnico Adrián Hernández Abenza es nuevo en la entidad. Arribó al banquillo avalado por la clasificación del Churra, de la Tercera murciana, para la fase de ascenso a Segunda B. No subió, pero el Murcia se fijó en su trabajo y lo puso al mando pimentonero.

Además del meta Lejárraga, el Murcia ha fichado a seis defensores, cinco centrocampistas y dos delanteros.

En la zaga son nuevos Iván Pérez (San Sebastián de los Reyes), López (Cartagena), Edu Luna (Jumilla), Álvaro (Lorca), Kevin (Burgos) y Julio (Júpiter Leonés). El centro del campo se ha reforzado a conciencia con cinco efectivos: Alberto (Lorca), Juanra (Guijuelo), Manolo y Peke, ambos procedentes del Jumilla, y Andy (Atlético de Madrid B).

Los dos puntas recién fichados son Legaz, que sube desde el Murcia B, y Toril, del segundo equipo del vecino UD Almería. Ambos complementarán la tarea del veterano Víctor Curto, de 37 años y que lleva cuatro temporadas en el club murciano, y de Chumbi, quien padece un esguince de tobillo y es duda para el partido contra el Algeciras.

El Real Murcia ha disputado seis encuentros de pretemporada frente a rivales de su entorno geográfico que han ido de mayor a menor dificultad. Los entrenados por Hernández cayeron en su estreno preparatorio ante la UD Levante de Primera división (0-1) y luego ante el Almería, de la categoría de plata (0-2).

La primera victoria llegó en feudo del Muleño de Tercera división (0-2) y, la segunda, en casa del CD Bullense de la Regional murciana (0-3).

El equipo grana perdió en los penaltis el I Torneo Caja Rural Central, que disputó con el Orihuela (Segunda B) en campo del club alicantino y terminó 1-1 en el tiempo reglamentario. Un empate sin goles (0-0) ante el Villarreal B, también de la categoría de bronce, sirvió a los murcianos para cerrar la pretemporada antes de perder, en la primera jornada liguera, en El Rosal frente al recién ascendido Cádiz B (2-1).

El Real Murcia vive una situación económica muy delicada. Su deuda total, entre pública y privada, se eleva a 45 millones de euros. Como le ocurre a muchos otros clubes de fútbol, pende sobre su cabeza la espada de Damocles de un concurso de acreedores que rige el Juzgado de lo Mercantil. El 31 de diciembre de 2019 será una fecha clave en la historia más reciente de la entidad pimentonera.

El actual consejo de administración murcianista deberá demostrar antes de ese día que ha sido capaz de rebajar la deuda y, además, que está en disposición de hacer frente a una ampliación de capital para poder seguir su andadura.

Todos estos pasos están siendo posibles porque el Murcia no milita en la Liga de Fútbol Profesional (Primera y Segunda A). En ninguna de esas dos categorías se permitiría que el primer equipo murciano compitiese dada la situación de sus arcas. Antes de la mencionada fecha debería celebrarse una junta general de accionistas, pero en el entorno murcianista hay mucha desconfianza porque la correspondiente a 2018, que era obligada, no tuvo lugar.

En mitad de este panorama, los actuales gestores del Real Murcia establecieron un límite salarial para los jugadores que oscila entre los 20.000 y 30.000 euros. Solo lo supera el delantero Chumbi, que cobra 50.000 euros por campaña. El punta gozaba de un acuerdo por el que, aparte de su sueldo, cobraba 3.000 euros por cada gol que marcaba. Ahora está en esos 50.000 y ha visto reducido su salario por segunda vez desde que firmara en la Nueva Condomina.

Otros dos jugadores a los que se les ha reducido la ficha en dos ocasiones son el centrocampista Armando, que también puede jugar de defensa central, y el veterano delantero Víctor Curto, de 37 años.