El Algeciras CF ha llegado a ser lo que es y a estar donde está gracias a Bernardo Martín Godoy. La centenaria historia de la entidad más representativa de la ciudad quedará por siempre ligada de manera preferencial a Bernardo Martín, una figura clave de la sociedad algecireña, que este miércoles recibe el último adiós en la parroquia de El Rinconcillo tras su fallecimiento el pasado martes.

El algecirismo está de luto, una conmoción a la que se ha sumado gran parte de la ciudad y del Campo de Gibraltar ya que Bernardo Martín fue una persona que se hizo querer y respetar desde sus dos hogares predilectos: aquel chiringuito en la playa de El Rinconcillo que convirtió en el restaurante Casa Bernardo -todo un referente hostelero- y las oficinas del viejo y añorado Mirador que después tuvo que trasladar al nuevo estadio en La Menacha.

Son horas de duelo, pero también de recuerdos y reconocimientos. Afortundamente, Bernardo recibió numerosos homenajes en vida, como los más recientes de la Medalla de la Palma el pasado mes de agosto de 2022 como embajador de la ciudad o el emotivo acto brindado por los veteranos del Algeciras y la UD Pastores en septiembre de 2019, cuando el presidente de honor y su familia sintieron muy de cerca el cariño de varias generaciones de algeciristas.

Bernardo Martín se puede considerar el padre del Algeciras CF del siglo XXI. Para muchos debería ser considerado el mejor presidente de un club que ha tenido al frente a nombres ilustres y destacados en sus primeras décadas. De lo que no cabe duda es que Bernardo se encuentra entre lo más históricos como persona fundamental para la supervivencia de la institución en momentos delicadísimos, como dirigente que vivió la transición a los tiempos modernos y como último mandatario capaz de elevar el fútbol de la ciudad a la Segunda división española.

Pocos presidentes han logrado la casi imposible travesía de levantar a un club desde regional hasta el fútbol profesional. Sin embargo, lo que más agradece el algecirismo es que Bernardo nunca arrojase la toalla cuando todo parecía perdido. Fue en la adversidad cuando el carácter incansable y solidario de este empresario dejó más huella entre quienes estuvieron cerca.

El Algeciras CF ha sobrevivido a muchas temporadas de penurias, pero siempre sin renunciar a la gloria, a la que tenía al alcance en ese instante aunque fuese un ascenso a Tercera como sucedió tras la bajada a los infiernos de 2008. Si la asamblea del colegio Salesianos mantuvo con vida al club en aquel momento crítico fue en gran parte por el espíritu de lucha inculcado durante tantos años por Bernardo.

Bernardo Martín, en El Rinconcillo.

Quienes después navegaron la nave albirroja lo hicieron con el consejo de un Bernardo Martín que por la salud dio un paso al costado pero nunca se desentendió de su Algeciras. Ricardo Alfonso Álvarez y Nicolás Andión, los dos últimos presidentes algeciristas como club, siempre tuvieron en cuenta el legado de un mandatario al que distinguieron como presidente honorífico del Algeciras.

Si el Algeciras del presente ha podido convertirse en Sociedad Anónima Deportiva de la mano de Félix Sancho es porque llegó con vida hasta 2021, hasta que apareció el capital del burgalés que ha dado una nueva oportunidad a un club obligado a reinventarse y profesionalizarse para competir, al menos, en la Primera Federación. Bernardo nunca fue muy partidario de la SAD en las tentativas anteriores que fracasaron. Bernardo entendía el club como una familia, como una pequeña empresa del pueblo y para el pueblo. Ese había sido el secreto del éxito de su chiringuito en El Rinconcillo y el que le ayudó a tocar techo con José Luis Montes y su legendaria plantilla.

Los tiempos y el fútbol cambian. Bernardo Martín Godoy siempre permanecerá en la leyenda del Algeciras CF.