Otro viaje en balde. Otra salida en falso del Algeciras CF, que se está acostumbrando a perder fuera de casa y así va a ser muy complicado mirar hacia arriba. El cañonazo de moral de la ya lejana victoria ante el Villarreal B se disipó en Palma de Mallorca a las primeras de cambio. Cuatro minutos tardó el Atlético Baleares en castigar la debilidad de un equipo que parece uno en el Nuevo Mirador y que definitivamente es otro en campo ajeno. El Algeciras tuvo sus momentos, sus buenos minutos y ocasiones, pero está pagando extremadamente caro cada error, cada decisión equivocada. Ocurrió en Valdebebas, en Murcia, en Albacete... y en el estadio Balear. Ya no es casual.

El Algeciras, que con todo tuvo opciones de empatar en la recta final, padeció de nuevo ese desdoblamiento de personalidad en un mismo partido: de equipo blandito, fallón y timorato a esa escuadra que cree, empuja y demuestra que tiene argumentos para tutear a cualquiera. El problema, quizás, es que Ania no está sabiendo encontrar una identidad más neutra fuera de casa, un Algeciras que sea menos vistoso pero más fiable.

FichaACF

El Algeciras cayó en la última jornada de la primera vuelta del grupo II de la Primera RFEF. El equipo de Iván Ania mostró  dos caras y pagó con muy alto precio sus errores en un partido que se puso cuesta arriba nada más comenzar. Los albirrojos dejaron pasar una magnífica oportunidad para asaltar los puestos de ascenso en el ecuador de la temporada y, de paso, para haber cortado una dinámica a domicilio que ya acumula cuatro derrotas consecutivas como visitante. Desde Alcoy, los de La Menacha no meten miedo fuera del Mirador.

Los buenos minutos del conjunto de Ania no fueron suficientes para rescatar un punto que habría sabido a gloria ante un aspirante al ascenso. Vinicius Tanque (4') y Dioni (55') se lo pusieron muy bien a un Baleares que con muy poquito sacó petróleo. El gol de Álvaro Romero (77'), fruto de la mejoría con los cambios, dio vida a un Algeciras al que no le bastó para puntuar en el estadio Balear.

El partido no pudo comenzar con más mala pata para el Algeciras. Al minuto de juego, Víctor López se rompió y tuvo que pedir el cambio. Ania, sin Alcázar y Zabarte en el banquillo aunque no habían sido anunciados como bajas, metió a Peris en el lateral derecho como en la Copa ante el Unionistas. Y en el minuto 4, por ese costado, se inició la jugada del Baleares que acabó con un centro al área que remató de tacón Vinicius Tanque para hacer el 1-0. Primera llegada, primera concesión y primer mazazo.

El Algeciras estuvo partido en dos casi toda la primera media hora. El Baleares, sin grandes alardes, pudo marcar el segundo a los 20 minutos en una contra, de nuevo por la banda derecha de la defensa albirroja, en la que Vinicius Tanque la mandó fuera con todo a favor. Le botó mal al brasileño.

Los de Ania, que se empeñaban en perder balones en campo propio a la hora de buscar una salida, empezaron a entonarse pasada la media hora. Los albirrojos dieron más velocidad al balón, circularon y comenzaron a amenazar a balón parado. Tomás sorprendió en una falta que casi engancha Romero, una acción de la que nació el córner que remató Iván y sacó Ginart. Tomás lo intentó en el 37' con una internada por la izquierda y un disparo con el interior. La ocasión más clara llegó al filo del descanso con un disparo lejano de Álvaro Romero que abortó el meta local. Ferni, muy gris, lanzó el último intento antes del intermedio.

El algecirista Robin.

Tras el descanso, los de Ania volvieron a la carga con un intento de Tomás, pero otra vez salió a relucir la peor cara del Algeciras a domicilio. Otro fallo innecesario con el balón, contragolpe del Baleares y pasividad máxima de todo el equipo a la hora de frenar una acción en la que Armando se recreó antes de ceder a Dioni para que fusilase el 2-0 en el minuto 55. Dioni no suele perdonar.

El segundo tanto mató a un Algeciras que zozobró hasta que por fin llegaron los cambios del banquillo en el 66'. Borja, sobre todo, Duarte y Juan Serrano dieron otro aire, otra marcha y devolvieron la fe a un equipo que parecía haber bajado los brazos con mucho encuentro por jugarse. Roni tuvo una clara oportunidad en el 74' que sacó Ginart, pero el gol de la esperanza llegó en el 77' tras una cabalgada enorme de Borja con pase al interior, Juan Serrano, en uno de los primeros balones que tocó en su reestreno, se la dejó a Romero y el pichichi no perdonó.

Quedaba tiempo y había partido. El Algeciras arrinconó al Baleares, que se replegó, y lo intentó, pero la realidad es que no hubo una ocasión clara que hubiese acercado el empate. Ganar fuera en la segunda vuelta va a estar caro y teniendo que marcar más de un gol, muchísimo más. No hay demasiado margen para los lamentos porque el miércoles visitará el Mirador el Cornellà.