El coronavirus están pasando una terrible factura económica a todos los clubes de fútbol de Segunda B hacia abajo. Sin público en las gradas, una medida que muchos entienden injusta en comparación con otros espectáculos, la situación se ha agravado todavía más. El Algeciras CF marcha líder invicto del grupo IV-A de la Segunda B y es una balsa de felicidad, sin embargo, no está exento de los efectos de esta dichosa pandemia. Los albirrojos afrontan los dos últimos partidos de 2020 en el Nuevo Mirador, ante Cádiz B y Balona, dos encuentros que en condiciones normales habrían garantizado ambientazo y dos jugosas taquillas para las necesitadas arcas de la entidad.

El Covid está privando a la afición del Algeciras del mejor arranque de temporada de su equipo en Segunda B en el siglo XXI. Las restricciones empezaron con un aforo limitado a 800 personas que después se redujo a 400 y que ahora limita los acontecimientos deportivos (ya sean al aire libre o a cubierto) a jugar a puerta cerrada. Las medidas de la Junta de Andalucía chocan con las de otras comunidades en las que sí se permite cierta afluencia a los estadios.

¿Se imaginan cómo estaría el Nuevo Mirador el próximo domingo a las 12:00? ¿Y la semana siguiente ante el eterno rival? Después de cinco victorias consecutivas es fácil adivinar el estado de ánimo de un algecirismo eufórico con su equipo. La hinchada se resigna a verlo desde casa, a través de Footters, o a empaparse con lo que se cuenta en los medios de comunicación. Y es que Salva Ballesta y su tropa están siendo noticia de alcance nacional en las últimas semanas con todo merecimiento.

Aficionados algeciristas en el partido ante el Tamaraceite.

La parte más negativa de esta pandemia repercute directamente en la economía. ¿Cuánto dinero va a dejar de ingresar el Algeciras las dos próximas jornadas en casa? Sin pararse a contar lo que ya ha dejado de percibir ante Marbella, Marino y Tamaraceite, la realidad es que el virus va a impedir al club unos ingresos que podrían rondar los 100.000 euros solo en dos taquillas. Una cantidad económica que sin duda ayudaría a hacer frente a las nóminas y a todos los gastos diarios que conlleva el club, que no hay que olvidar que todavía arrastra una importante deuda.

Esta estimación económica está basada en las taquillas que el Algeciras generó el pasado curso cuando en sus mejores momento llegó a meter a 5.000 espectadores en el estadio de La Menacha. Ante el Cádiz B el Nuevo Mirador se habría vestido con sus mejores galas, de eso no hay duda, y teniendo en cuenta que el Clásico ante la Balona habría sido día del club y que todo el mundo pasaría por taquilla, las cifras podrían haber alcanzado fácilmente esos 100.000 euros.

Ante la imposibilidad de hacer taquilla con los partidos, el Algeciras, como el resto, ha tenido que redoblar los esfuerzos para recabar apoyos y cubrir el presupuesto. En ese sentido, la labor de la directiva que preside Nicolás Andión está siendo efectiva. Sin hacer mucho ruido, el club ha aumentado su red de colaboradores y patrocinadores, ha reducido gastos en algunas parcelas y ha logrado poner en marcha la Fundación, un instrumento que va a potenciar el área social y la cantera.

Dos aficionados, en una esquina de la Tribuna.

Dineros al margen, lo que más escuece es que el aficionado de pie de calle, sobre todo el que siempre ha estado ahí, el que se pateó los campos de Primera Andaluza y Tercera, no esté pudiendo disfrutar in situ de los éxitos de su Algeciras.

Llegará la vacuna y la gente, progresivamente, volverá a los estadios, según las estimaciones de los especialistas, en primavera de 2021. Mientras tanto no queda otra que resignarse, apoyar y resistir.