Primera derrota de la temporada 21-22 del Algeciras CF, un revés abultado de los que sonrojan a la gran mayoría de los aficionados. El equipo de Iván Ania cayó goleado con un marcador grosero (4-0) ante la UE Cornellà en una tarde horrible de los albirrojos, que a la media hora ya habían encajado tres goles en el sintético del Nou Municipal. Los del Nuevo Mirador recibieron el cuarto nada más fallar un penalti a su favor en botas de Tomás. Día aciago para un Algeciras que rebasó la tercera jornada del grupo II de la Primera RFEF con dos puntos y sin conocer la victoria.

En el fútbol se puede perder de muchas maneras, pero así no. Así no se puede llegar muy lejos. El Algeciras ni se enteró de donde estaba hasta que ya tenía el partido perdido. Iván Ania se equivocó de pleno con un planteamiento que hizo aguas desde el minuto uno. De hecho, el asturiano metió dos cambios tras el tercer gol catalán. El bloque, por llamarlo de alguna manera, tiró por tierra todas las buenas sensaciones logradas en las dos primeras jornadas. El Algeciras quedó retratado como un equipo blandito, al que se le llega fácil y se le marca igual. Sin noticias de que haya vida en la portería y sin defensa para el colectivo, al menos para lo visto en los 90 y pico de minutos de Cornellà.

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No debe ser una semana para poner paños calientes y sí para trabajar y analizar, más si cabe, el por qué en lugar de progresar parece que el Algeciras ha dado varios pasos atrás. Es una sola derrota, la primera, pero no se puede vivir tampoco de los empates en Barcelona y ante el Andorra. Esta categoría no espera a nadie y cualquier rival te pinta la cara.

Paupérrima imagen del Algeciras en su segundo desplazamiento del curso. El conjunto de Ania, blando hasta el exceso, encajó su primer guantazo de realidad de la peor forma posible, con un rapapolvo ante un rival que no había ni marcado ni sumado hasta la fecha.  

El once algecirista presentó las novedades de Mariano por Jordi Figueras y Villapalos por Iván. Ninguno mejoró lo que había, pero vaya por delante que la catástrofe fue compartida y muy pocos se libran. Quizás por su juventud y por su desparpajo se pueda hacer una excepción con Leiva, que una vez más demostró gallardía desde el banquillo. Puede que el canterano se haya ganado al menos una titularidad.

El Algeciras se desmoronó nada más comenzar después de que el Cornellà marcarse en su primer acercamiento con un centro por la izquierda de Dorca que remató Eloy Gila casi sin oposición. De nuevo un rival que hace pupa por los laterales y una defensa falta de contundencia. Diez minutos después, con los albirrojos aún perdidos y en una jugada muy similar con otro centro por el mismo costado, fue Dorca el que remató un centro de Víctor Fernández sin demasiadas dificultades para poner el 2-0 en el 12'.

Los de Ania, siempre por detrás en la disputa de los duelos individuales, agrandaron su desgracia al filo de la media hora con un penalti por manos de Peris que ejecutó Dorca. Una pena máxima tonta pero de las que suceden (luego le sucedería al oponente). Fue el rejón de muerte por mucho de que quedase una hora de encuentro por jugarse.

Ante tal desastre, Ania hizo dos cambios -¿con recado?-, y poco después el tercero, este por la lesión de Pepe Mena, para buscar la reacción y recomponer a un equipo roto como no se había visto hasta entonces. El juvenil Leiva, de 16 años, lavó algo el honor de sus compañeros con un par de acercamientos antes del descanso, al menos para comprobar que Lucas Anacker estaba en la meta contraria. Roni, con un tiro muy flojito, también chutó en el tramo final del primer acto.

El algecireño Leiva.

En el segundo periodo, el Algeciras pudo recortar diferencias a través de algunas llegadas, casi siempre en botas de Tomás. El algecireño sirvió en bandeja a Romero en el 52' y poco después una falta a Mariano que lamió el larguero. También estuvo a punto de calcar el gol olímpico de Barcelona en el 64'. 

Precisamente Tomás tuvo la mejor oportunidad para marcar tras un penalti por manos de Gerard pero Lucas Anacker se lo detuvo en el minuto 75. El meta evitó el 3-1 y quién sabe si algo más. A renglón seguido llegó la contra letal en la que el Cornellà asestó el cuarto tanto, obra de Gonpi, que superó de tiro cruzado a Crespo para sellar la debacle.

Tarde para olvidar o más bien para espabilar. El Algeciras que compareció en Cornellà tiene mucho que arreglar si quiere competir con ciertas garantías en la Primera RFEF. Echar el cerrojo atrás se antoja primordial en una división en la que prima la seriedad a la hora de defender. Ania tiene tarea. 

Duro varapalo para los algeciristas, que ahora tienen una semana por delante para recuperarse y preparar el Clásico del Campo de Gibraltar en el Municipal de La Línea.