Conil CF - Algeciras CF | La crónica

(1-1) El Algeciras bipolar

  • Los de Viso dominan, se adelantan y perdonan lo imperdonable en el primer tiempo en Conil, pero encajan el empate y enseñan su peor cara en la segunda mitad

  • El punto sabe a poco a una hinchada que vuelve a dar ejemplo

  • Los albirrojos, quintos pero más lejos del líder

El algecireño Alberto encara a Mario García, con la grada llena de albirrojos al fondo.

El algecireño Alberto encara a Mario García, con la grada llena de albirrojos al fondo. / Aragón Pina

El Algeciras CF se dejó dos puntos por el camino y parte de su credibilidad. Cuesta creer cómo los albirrojos pudieron perdonar lo que perdonaron tras adelantarse en Conil, ante un rival superado, y de qué forma la tortilla dio la vuelta para acabar empatados (y gracias) e impotentes ante la mirada atónita de una marea de aficionados algeciristas, que cumplieron su palabra y tiñeron de rojo y blanco las gradas del Pérez Ureba.

Así no. Así es imposible enlazar dos victorias y mantener la carrera con los rivales que pisan a fondo ya por el liderato del grupo X de Tercera. El Algeciras de las dos caras, el bipolar, volvió a aparecer en Conil. Un equipo dominante, seguro, con balón, con cabeza para esperar su oportunidad... y misericordioso hasta el extremo dio paso en la segunda mitad a un conjunto timorato, amedrentado, sin ideas y con cero pegada.

Los de Javi Viso hicieron lo más difícil, ponerse por delante en un campo áspero, frente a un rival bien plantado y con una férrea defensa, casi impenetrable. El gol albirrojo llegó además con fortuna, tras una combinación por la izquierda entre José Carlos y Alberto y con la colaboración de la zaga amarilla. Al Conil se le abrieron las carnes pero el Algeciras ni supo ni fue capaz de marcar en una llegada con una quíntuple ocasión dentro del área. ¡Cinco remates frente al portero! Inaudito.

El vuelco que el partido pegó en la segunda mitad tuvo mucho que ver con la actitud del Conil de Javi Zafra. El padre del extremo algecirista no solo secó a su hijo por banda, también resucitó a su equipo en el descanso y noqueó a un Algeciras al que no mandó a la lona de puro milagro.

Unas 300 gargantas como las de los 300 espartanos de las Termópilas se desplazaron a Conil para empujar a ese Algeciras que últimamente se deja fuera mucho de lo que consigue en casa. Parece como si a este vestuario solo le pusiesen los duelos con el Utrera, el Córdoba B o el Betis Deportivo... Como si se relajasen más de lo necesario cuando ni siquiera han cerrado un marcador. Ya en Guadalcacín, la última salida albirroja con alegría, estuvo a punto de costar un disgusto. Alguien tiene que apretar las tuercas en este sentido.

Viso respetó el once del triunfo ante el Betis Deportivo con la obligada variante del sancionado Pipo. El algecireño Alberto Fuentes se colgó el cartelón de titular y participó activamente en el gol de los suyos, pero desperdició hasta tres remates francos en el centro del área en la rocambolesca llegada abortada hasta en cinco veces entre el portero y la defensa del Conil. El mediapunta cedido por el Málaga se desquició. Y es que no es fácil hacer de Pipo y lo cierto es que la magia del canario se echó en falta en la segunda mitad, cuando el partido entró en punto muerto.

El Algeciras entró bien en el Pérez Ureba y no solo porque hubiese un señor cortando jamón para degustar en la puerta. Los visitantes salieron a mandar y se adueñaron de la situación. El Conil retrocedió en campo propio una barbaridad. Pasado el cuarto de hora, los de Viso consiguieron romper por la banda izquierda en una asociación entre José Carlos y Alberto. El atacante puso el esférico dentro del área y entre el meta y Pablo Ureba se lo colaron en propia puerta.

Los de La Menacha se crecieron y al filo de la media hora perdonaron la mencionada quíntuple oportunidad. Balón de Zafra por la derecha y remate de primeras de Antonio Sánchez que despejó Gallego. Alberto enganchó hasta en tres veces el balón, repelido por portero y defensa, y Antonio de nuevo intentó un último cabezazo casi sin resuello. Increíble, de vídeos de primera.

Con ese pálpito que deja fallar semejante ocasión, el Algeciras pudo marcar el segundo antes del descanso en un saque de esquina que cabeceó Pablo de Castro y que media grada vio dentro aunque Gallego metió la manopla a tiempo. ¿Gol fantasma? No hay VAR ni se le espera.

El descanso irrumpió bajo un sol poderoso con el poso de que el Algeciras había dejado con vida al Conil, pero también de que en la segunda parte, a poco que achuchase, iba a finiquitar la contienda.

Sin embargo, en uno de sus infinitos vuelcos, el fútbol deparó un segundo tiempo decantado totalmente para el Conil. Los de Zafra dieron uno no, dos pasos al frente, y avisaron pronto al Algeciras con una llegada clarísima que falló Javi Navarro. El veterano punta no perdonó en la siguiente, a renglón seguido, en otra internada por banda a una defensa con la espalda demasiado descosida.

La igualada disparató a los amarillos, que hacían daño con Cuenca y Heredia por los costados al mismo tiempo que el encuentro se embarullaba más y más con un arbitraje que no gustó ni a unos ni a otros.

El entrenador algecireño tardó un mundo en mover el banquillo. ¿No hay soluciones en los otros siete que viajaron? ¿Es un recado a la directiva para que busque más refuerzos? Hasta el minuto 70 no entró el refresco. Debutó el linense Dani Gallardo en un cambio que permitió adelantar a José Carlos. Una jugada que no funcionó. Después salió Ayala por un Zafra fundido y desesperado, pero el algecireño apenas tuvo tiempo de sacar nada. Y mucho menos Borja Maderal, que se supone que no cuenta, y que solo gozó de los últimos compases.

Más allá de un cabebazo por alto de Oñate en una jugada de estrategia, nada más se supo de un Algeciras que prácticamente no fue capaz de chutar a puerta en la segunda mitad en el Pérez Ureba.

La hinchada algecirista, que una vez más generosa premió a los suyos con aplausos, desfiló a la Barca de Vejer sabiendo de los triunfos del Cádiz B y el Utrera, que no fallan. Ya a la tarde Betis Deportivo y Córdoba B empataron en un resultado que mantiene a los de Viso en la quinta posición, igualados con el cuarto a 32 puntos, pero más lejos del líder, ahora el Utrera en solitario, a cuatro.

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