El Algeciras CF pone el contador a cero para recibir este domingo (17:00) al CD Badajoz en la 23ª jornada del grupo IV de la Segunda división B. El segundo partido de Salva Ballesta, el primero del entrenador en el Nuevo Mirador, llega tras el cierre de un ajetreado mercado de invierno en el que los albirrojos han apostado fuerte para reforzarse en su lucha por la permanencia. Hasta ocho fichajes han desembarcado para intentar reflotar a un equipo casi nuevo que ocupa puestos de descenso y que tiene a cinco puntos la frontera con la salvación. Por delante, dieciséis finales para aferrarse al objetivo.

Después de la goleada excesiva encajada en Yecla, donde solo se pudo estrenar uno de los dos fichajes que habían llegado hasta ese momento, el algecirismo hizo una especie de paréntesis durante una semana llena de cambios en el Nuevo Mirador. El club ha completado su metamorfosis total con ocho llegadas y diez salidas. Salva Ballesta dispone de 22 hombres tras las incorporaciones de Bijimine, Wilson Cuero, Javi Jiménez, Borja Lázaro, Yago Pérez, Marc Llinares, Yael y Cristo Martín. A las bajas de Gallardo, Antonio López, Tote, Romero y Jardel, se sumaron las de Lopito, Alavedra, Antonio Sánchez, Pablo de Castro (cedió su ficha para recuperarse de una lesión de pubis y renovó su contrato) y Domínguez (traspasado el LKS de Polonia). Una auténtica revolución tras la era Emilio Fajardo, destituido después del revés en Villarrubia.

La buena noticia es que el Algeciras logró dar de alta a todos sus efectivos, incluido al colombiano Wilson Cuero, cuyo tránsfer llegó a tiempo. Salva dispone de los 22 para hacer la convocatoria, aunque lógicamente hay futbolistas que apenas se han podido ejercitar con el grupo como los tres últimos en aterrizar el viernes: Llinares, Yael y Cristo Martín. De los demás, Bijimine compitió a buen nivel en Yecla y hay jugadores listos para debutar como el portero Javi Jiménez, el mediocentro Yago Pérez o el propio Cuero. Otros como el punta Borja Lázaro están a medio gas, pero podrían disfrutar de algunos minutos. Salva recupera a Borja Vicent, que cumplió su sanción, aunque estuvo diez días parado por unas molestias. El once, más que nunca, es un ejercicio de riesgo.

Borja Lázaro y Javi Jiménez.

El Algeciras deja atrás un enero negro (un solo punto) y encara un mes de febrero capital con tres partidos de cuatro en casa. "Hay que poner la máquina en marcha ya y no parar hasta mayo, y llegar hasta donde se llegue", afirmó Ballesta, que ha pedido a su vestuario "que se limpie de todo lo que había" porque entiende que "empieza una liga y hay que intentar quedar arriba. Sumar es importantísimo, por un punto se puede ascender o no bajar".

Ballesta ha vivido una segunda semana "mejor que la anterior, con todo más asimilado". El míster tiene "la idea de que el domingo pasado el resultado fue demasiado elevado para lo que se vio, incluso podría haber sido un empate", señaló. "Hemos trabajado muchísimo el balón parado", agregó el maño, que ve a la gente "mentalizada". "Nuestro ADN es no perder la cara nunca al partido".

Salva asume que delante tendrán a uno de los cocos del grupo IV: "El Badajoz es un equipazo, intenta ser protagonista siempre, tiene la posibilidad de disfrutar de grandísimos jugadores y es un rival muy duro, pero no es imbatible", manifestó. El técnico avisa a los suyos para "estar listos y atentos" y considera que deben "unir fuerzas a nivel grupal" porque "ellos vendrán a por todas y en perfectas condiciones".

"El equipo me ha transmitido mucha tranquilidad"

El exfutbolista de Primera se reencontrará con José María Pajares, ex del San Roque y segundo de Nafti en el banquillo pacense. Con él trabajó en el Real Jaén. "El respeto y cariño es recíproco, es una alegría volver a saludar a Pajares", dijo.

El técnico del Algeciras pide el aliento de la afición, consciente de que la grada lo ha pasado mal en las últimas semanas. Salva manda un mensaje de optimismo: "De mis inicios como entrenador es la vez que más tranquilidad me ha transmitido un equipo", desveló. "Los jugadores saben que pueden dar mucho más y se han dado cuenta".

Salva, que da todo el crédito en las llegadas y salidas a la parcela deportiva, insiste en un mensaje que ya ha deslizado más de una vez: "El jugador entra, el jugador sale, es una situación de fútbol. Aquí lo único importante es el club, es lo que perdura y por lo que hay que luchar".