El entrenador de la Balona, Eduardo Vílchez, se mostró satisfecho por el resultado (no tanto con el desarrollo del encuentro) pero huyó de la euforia que puede producir un resultado tan contundente frente al eterno rival. "No hay que festejar nada antes de tiempo -afirmó en referencia al lanzamiento de cohetes con el 3-0- Es algo que no me gusta. Es entendible que la gente esté contenta, pero teníamos un equipo delante", explicó tras el encuentro, que piensa que pudo quedar marcado por los dos goles de falta conseguidos por los algeciristas. "Se ha metido en el partido gracias a esos dos tantos", subrayó el técnico, que fue preguntado por su impresión del Algeciras en la primera parte y comentó escogiendo muy bien sus palabras: "Se le fue la mano de mucho tocar".

Sobre la jugada polémica del encuentro, la del penalti de Garro a Thompson, Vílchez se encogió de hombros, preguntó a los periodistas y luego añadió: "Me ha dicho mi futbolista que es penalti".

"Nunca me han hecho cuatro goles en un partido de competición oficial", reflexionó cuando le preguntaron por si temió por el resultado.

El entrenador no quiso sacar pecho sobre el excelente momento de forma de la Balona, que lleva cinco victorias de cinco jornadas. "Es el quinto partido. Estamos viendo lo que cuesta ganar, el día del Dos Hermanas y hoy (por ayer), frente a equipos bien preparados", comentó.

"El éxito y el fracaso son sensaciones. Hemos dejado que el contrario se metiera en el partido", manifestó en un ejercicio de autocríticas.

Vílchez no estuvo de acuerdo en que la Balona tuviera, en la primera parte sobre todo, una efectividad del cien por cien. "No son ya las seis o siete ocasiones, es la sensación de peligro que damos siempre que tocamos la pelota", concluyó el técnico albinegro.