Trujillo pone rumbo a Río'16

El regatista de clase Finn Rafael Trujillo Villar (Real Club Náutico de La Línea) desveló ayer en Madrid que su objetivo prioritario es alcanzar los Juegos Olímpicos de Londres 2012 en condiciones óptimas para desquitarse de la novena plaza obtenida en Pekín 2008 y que no descarta alcanzar los Juegos de Río de Janeiro de 2016. Trujillo, que viene de obtener la plata en el Mundial de San Francisco, explicó: "Como deportista es el máximo orgullo ir a los Juegos Olímpicos y representar a tu país. Esa sensación me motiva, no me quiero ir con el mar sabor de boca que tengo desde Qingdao".

Rafa Trujillo [oro en Sydney 2000 y bronce en Atlanta'96] participó ayer junto a otra medallista olímpica, la judoka Isabel Fernández [oro en Sydney 2000 y bronce en Atlanta'96] en los Desayunos Saludables que organiza el Comité Olímpico Español (COE) y ambos coincidieron en subrayar cómo han aprendido a cuidar su alimentación y optimizar su rendimiento en dos deportes en los que el peso tiene una importancia fundamental.

El de La Línea recordó que la única lesión de gravedad que ha sufrido en su ya dilatada taryectoria, la que sufrió en la espalda por culpa del sobrepeso, le obligó a adelgazar 22 kilos para competir en los Juegos de Pekín. La falta de viento en la bahía de Qingdao así lo exigía.

"La preparación de los Juegos de 2008 supuso un cambio fundamental en mi vida deportiva", narró. "Para perder esos veintidós kilos no bastaba la dieta y el sobreentrenamiento: tenía que aprender a comer".

Comer algo cada dos horas y media, adelantar las cenas o evitar los opíparos desayunos en países de costumbres alimentarias distintas a a las españolas son algunos de los trucos de Trujillo para mantener la báscula a raya.

El vigente subcampeón mundial de la clase Finn admitió que, tras quedar noveno en Pekín 2008, se torturó durante meses con un pensamiento: "He perdido 22 kilos para quedar noveno·.

"Pero ahora estoy convencido de que gracias a ese cambio alimentario voy a llegar a los Juegos de Londres y, quizá, a los de Río 2016, cuando siempre pensé que ya estaría retirado", afirmó el de La Línea, que se mostró convencido de que la buena alimentación "es también salud mental".

Por su parte Isabel Fernández reconoció que en su etapa junior "no daba ningún valor a la alimentación" y se limitaba "a dejar de comer o beber en la semana de competición para dar el peso el día del torneo", lo que se tradujo en que durante esa etapa fue en la que sufrió "más y más graves" lesiones de toda su carrera.