Deportes

En San Fernando, el mejor Iberoamericano

  • Un espectáculo de luces y sonido con alusiones al Diez acompañó ayer al medio millar de atletas en la ceremonia inaugural de un Campeonato para la historia

La historia se escribe hoy del mismo modo que se escribió hace dos siglos en La Isla. Historia en el deporte rey, en el rey de los deportes. Atletismo en mayúsculas. Los campeonatos iberoamericanos de atletismo dieron ayer su pistoletazo de salida al más puro estilo de ceremonia de inauguración de cualquier evento deportivo de estas características. La historia de San Fernando, pero también la de la provincia de Cádiz, la de Andalucía y a la postre, la de España, escribió ayer un nuevo capítulo. La Isla, como hizo dos siglos atrás, unió a los países hermanos de Iberoamerica, esta vez, con los lazos del deporte.

Momentos antes de que la ceremonia comenzara, ya lo había dicho el presidente de la Federación Española de Atletismo, José María Odriozola: "Va a ser el mejor Iberoamericano de la historia. Estamos ya hablando de récords de participación y de nivel". No era un simple comentario. La propia asamblea iberoamericana de atletismo apuntó el mismo dato en el encuentro que celebró por la tarde en el Centro de Congresos de La Isla.

El primero en rebasar la línea de meta de los 100 metros fue, de un modo simbólico, la mascota Salaíto -un burrito salinero típico de La Isla- que se encargó de amenizar el evento en sus primeros momentos ante el entusiasta público asistente, que abarrotó por completo el estadio ocupando sus 8.000 plazas.

El inicio se hizo de rogar unos quince minutos, pero arrancó con toda solemnidad. La aparición de las damas salineras abrió el desfile junto a las banderas de España, Andalucía, San Fernando y la Iberoamericana, que dieron paso luego a los atletas y que, también bajo sus respectivas enseñas, recorrieron ordenadamente el estadio. Fue el momento de los atletas. De Angola, Argentina, seguidos de Costa Rica, Cuba, México... Y así hasta llegar a la última, la anfitriona, la delegación española. Sin duda alguna, la más aplaudida anoche.

A su frente, su abanderado, un abanderado también del deporte español, el subcampeón de Europa de 800 metros, Luis Alberto Marcos, aunque en un tramo del recorrido también la portó el vallista Felipe Vivancos. El público, incluso, llegó a ponerse en pie y hacer la ola varias veces ante la presencia del conjunto nacional, que no dejó de ovacionar. Todas fueron completando el aro de tartán de 400 metros de este renovado estadio que tuvo anoche su gran estreno con una ceremonia por todo lo alto.

A continuación, las banderas fueron ocupando su posición en el centro del campo para arropar los discursos de bienvenida. El primero en hablar fue el secetario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, quien valoró el equipamiento que se ha renovado para el campeonato y que quedará para la ciudad. Le siguió el presidente de la Asamblea Iberoamericana de Atletismo, Roberto Gesta de Melo, que habló de La Isla como del "mejor escenario" para "las mejores marcas". Y, por último, lo hizo el alcalde, Manuel de Bernardo, que anunció que el estadio pasará a denominarse tras la competición 'Iberoamericano de Atletismo'. "Que la fuerza de las olas del mar, la velocidad del viento de levante y la resistencia de las marismas os sean propicias", dijo a los deportistas.

Llegó entonces el momento del gran espectáculo, que se inició con el izado de la bandera de los Juegos a los sones de su himno. Y entonces llegó la sorpresa, una sopresa celosamente guardada y que se inició con la asociación cultural de la Guardia Salinera, ataviada con sus uniformes históricos. Todavía no era noche cerrada y las luces del estadio se apagaron. Fue todo un guiño de tintes históricos a la conmemoración del Bicentenario de Las Cortes. Mientras que los soldados de la Guardia Salinera se desplegaba sigilosamente a lo largo del césped del estadio deportivo, una voz en off rememoraba el glorioso episodio histórico que La Isla protagonizó dos siglos atrás, durante la Guerra de la Independencia y la convocatoria de las Cortes.

Simultáneamente, las cuatro banderas que simbolizan las destrezas propias de la disciplina del atletismo -lanzamiento, pruebas combinadas, salto y carreras- portadas por voluntarios del Campeonato, se ubicaron en distintos puntos del campo. Fue una manera de escenificar la vinculación del Bicentenario de Las Cortes con su mayor cita deportiva, también la mayor en la historia de La Isla: el XIV Campeonato Iberoamericano de Atletismo.

El relato, con continuas alusiones a La Isla y a su gente más ilustre, desde Camarón a Sara Baras, finalizó con una sentencia que levantó el aplauso del público: "Si tú eres español, es que eres isleño". La narración, que hizo especial hincapié en las escenas históricas del 24 de Septiembre de 1810, enlazó con la danza y el flamenco de la alumnas del Conservatorio Profesional de Cádiz, que bailaron al compás de una narración que no olvidó mencionar que fue en La Isla, hace 200 años, cuando Las Cortes empezaron a hablar de soberanía nacional, de división de poderes, de libertad de prensa. Cuando se pusieron las bases del constitucionalismo moderno.

"Aquí nadie sobra, todos son bien recibidos, San Fernando es la ciudad de los sueños sin estar dormida", concluyó la voz en off para dar paso a un espectacular juego de luces de tonos verdes que, en la oscuridad de la noche, recorrió las gradas en completo silencio. Y de repente, el compás de un latido, acompasado con el efecto de golpes de luz, un latido que fue el latido de todos, el latido de unos campeonatos que despertaron con la majestuosidad de una exhibición de fuegos artificales que dejó sin palabras al público que anoche atestó el estadio de Bahía Sur.

Más de veinte minutos permaneció el cielo repleto de infinidad de colores, colores que nacieron en dos puntos distintos del recinto. Uno, en el centro del estadio. Y otro, en uno de los laterales, donde se encuentra un aparcamiento al aire libre. De fondo, de nuevo, una melodía solemne que fue marcando el ritmo del espectáculo pirotécnico. Sus dos focos se simulatenaban, se acompasaban en una perfecta conjunción armónica. Luces que, como en todo espectáculo, culminaron con la gran traca final.

De nuevo, y para terminar la ceremonia, los voluntarios salieron a escena para repartir entre los asistentes obsequios y regalos a un público que se resistía a marcharse. Hubo algunos que incluso se lanzaron a la pista.

La Isla dio de este modo la bienvenida a los Iberoamericanos de Atletismo, mostrando sus mejores galas, sus mejores deseos e intenciones. Y mirando al futuro que marca la conmemoración del Bicentenario y su difusión al resto del mundo. Una vez pasada la fiesta de bienvenida, ahora, hoy, es el momento de la competición puramente deportiva. Es el momento de las marcas.

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