Roberto alerta a su Balona

El Arroyo no es ninguna perita en dulce. Aunque pueda parecer humilde porque está recién ascendido -disfruta de la categoría de bronce por primera vez en su historia- y pertenece a una población de tan sólo 6.500 habitantes, detrás de su nombre se esconde un equipo bien estructurado, con jugadores de experiencia en Segunda B y una fidelísima y numerosa afición. Mucho ojo. Ese es el mensaje que el linense Roberto Carlos Gómez Bracho lanza a su Balona de cara al partido que el domingo tiene que disputar en Arroyo de la Luz. Será difícil, presume el excapitán albinegro, que hasta hace poco más de tres meses defendía la camiseta arlequinada del conjunto extremeño.

Roberto estuvo en un equipo que salió campeón del grupo XIV de Tercera y doblegó en el duelo de líderes a la Sociedad Deportiva Ejea para subir a Segunda B por primera vez desde que fue fundado allá por 1968. Con el linense en sus filas, el equipo arroyano arrasó en su grupo la temporada pasada, no sólo en resultados sino en juego y tantos anotados (100). Los cacereños se mantuvieron invictos durante 26 jornadas y lograron el campeonato de su grupo de manera matemática en la jornada 34 tras machacar por 7-0 al Sanvicenteño. "Ahora quedan pocos de la pasada temporada, uno por línea y ya está", explica Roberto, que continúa: "Ellos se marcaron como objetivo hacer una campaña en la que no pasen apuros, buscando la Copa del Rey y si se puede la liguilla, mejor y hasta ahora lo están consiguiendo. Solo se quedaron con José Gutiérrez, que puede jugar en los dos laterales; el delantero Toni, que lleva cuatro ascensos consecutivos con equipos de allí de Extremadura, un centocampista de mucha calidad como Nauzet, otro de más contención como Morán, un banda de veintiún años que se llama Carlitos y es muy bueno y, por último, Boro, el hijo de Boro el de Puerto Real", narra Roberto, que entiende que, pese a que con él no contaron, se reforzaron bien "con gente que conoce la Segunda B". "Tienen un buen entrenador, Juan Marrero, un hombre exigente, que trabaja fuerte y exprime al máximo a los equipos. Allí por ejemplo aprovechan mucho las altísimas temperaturas, todavía en esta época, porque muchos equipos de fuera no lo pueden aguantar", manifiesta. "A su lado tiene a Pedro José, una leyenda del fútbol extremeño al que por aquí en la Balona y en el Algeciras se han enfrentado muchas veces", sigue el linense, que afirma que al conjunto albinegro y a los aficionados que se desplacen les espera en Arroyo de la Luz "una afición que parece inglesa". "Allí no hay encerronas, todo lo contrario, siempre tiene un comportamiento espectacular y está todo el pueblo volcado. Si ven que la Balona o cualquier equipo juega bien no dudan en aplaudir aunque vayan perdiendo y siempre animan a su equipo", comenta.

"Allí no cabe mucho público, el año pasado entraban ochocientos y ahora un poquito más porque han puesto gradas supletorias, pero en la última liguilla había como tres mil personas. Todo el mundo es del Arroyo, todos van con su camiseta y respetan mucho al rival. Estoy convencido de que la Balompédica va a volver encantada por el trato de allí", declara el jugador, que desde que dejó momentáneamente el fútbol trabaja en un barco en la campaña de la melva, lo que le impide mantenerse medio en forma para cuando acabe retomar los entrenamientos y buscar un equipo en el mercado de invierno. A la Balompédica no la ha visto todavía, pero está convencido de que saldrá adelante. "No me hace falta verla. Los conozco a todos bien, tengo un montón de amigos y sé que van salir de este bache", subraya.

Esta temporada estuvo negociando su fichaje por el Badajoz, pero finalmente lo descartó porque la cantidad que le ofrecían no le compensaba para dejar su casa en La Línea. Cuando juegue quiere hacerlo por aquí, en la zona, ¿y si ningún equipo lo quiere? "Me pondré a trabajar en cualquier cosa, a mí no se me caen los anillos. He estado catorce años jugando al fútbol y ya he hecho muchas cosas".