Juegos Olímpicos

La Línea regresa de los Juegos de Tokio

  • Rafa Trujillo finaliza su participación como entrenador del regatista australiano Jake Lilley

  • La gimnasta Marina González y la tenista Ellen Pérez son nietas de linenses

Rafa Trujillo, ejerciendo de entrenador en los Juegos de Tokio

Rafa Trujillo, ejerciendo de entrenador en los Juegos de Tokio

La Línea ha dado por finalizada este martes su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio. Porque hay muchas formas de tomar parte en la cita de Japón. Es cierto que ningún deportista de los que aparece en la estadística es linense (por mucho que así lo refleje el DNI del sanroqueño Adrián Gavira). Sin embargo, sí los hay entre los que trabajan entre bambalinas (Rafa Trujillo) o entre los que, sencillamente, portan sus genes (la tenista australiana Ellen Pérez o la gimnasta española Marina González).

El incombustible regatista Rafa Trujillo Villar (La Línea, 4 de diciembre de 1975), el deportista más relevante de la historia de la ciudad, participó en cuatro Juegos Olímpicos y logró su mayor éxito en esta competición en Grecia en 2004, cuando subió al segundo cajón del podio en la clase Finn. A esa medalla de plata unió el octavo  puesto en Sídney 2000 (en clase Star, compitiendo junto a José María Van der Ploeg), el noveno en Pekín 2008 y el octavo en Londres 2012, estos dos últimos, el clase Finn.

Nunca ha abandonado la competición, aunque sea en categoría senior o para particicipar en la Volvo-Race en 2014 y 2015. Desde hace años forma parte del equipo técnico de la Federación Australiana de Vela, porque reside en ese país, al que se desplazó por cuestiones familiares.

En Tokio ha ejercido de entrenador de Jake Lilley, el participante australiano en clase Finn, que ha firmado este martes, en sus segundos Juegos, la décima posición de la clasificación, en la que el español Joan Cardona ha sido bronce.

La clase Finn deja de ser olímpica en estos Juegos, pero Rafa Trujillo seguirá vinculado a los equipos de vela del que ya se puede considerae su país de adopción.

Marina González, la nieta de Lara I 

Rafa Trujillo no es el único que aporta ADN linense a esta convocatoria. La jovencísima gimnasta de Malgrat (Barcelona) Marina González es nieta de uno de los grandes boxeadores que dio La Línea a mediados del siglo pasado, pionero en arte de las doce cuerdas en la ciudad, José Lara Piñero (Lara I), fallecido hace apenas un par de años, y de Charo.

La joven gimnastas ya ha participado en varios campeonatos nacionales e internacionales, ayudando a clasificar al equipo español para estas olimpiadas tras la Copa del Mundo de Stuttgart”, explica 20minutos. “Además, es una reconocida tiktoker, ya que acumula con sus vídeos cortos más de 300.000 seguidores en esta red social, donde se puede encontrar a la gimnasta bajo el nombre @marinago_02”.

“Marina González acumula en su cuenta de Instagram, en estos momentos, 26.800 seguidores, con los que comparte numerosas fotografías relacionadas con la gimnasia artística”, añade la información.

La falta de experiencia en estas grandes citas le ha pasado factura en Japón.  Finalizó en el puesto 55° en viga de equilibrio, 36° en suelo, duodécima en artística general por equipos con España, 63° en artística general individual y 81° en barras asimétricas.

La tenista Ellen Pérez

Completa la representación linense la tenista Ellen Pérez (Shellharbour, Australia, 1995), que participó en el doble femenino junto a Samantha Stosur. La pareja finalizó quinta, tras caer eliminada en cuartos por las suizas Bencic y Golubic.

Su abuela paterna, Dolores Prado, nació en el municipio y vivió en él junto a su marido, Juan Pérez, en la calle Joaquín Ruiz Morito, en el barrio de San Bernardo. Ambos participaron de la corriente migratorioa del Campo de Gibraltar en los años 60 del pasado siglo hasta Australia, lugar de nacimiento tanto de Ellen como de su padre.

A pesar de vivir en otro país, la rama familiar australiana de la deportista siente "una gran vinculación con la ciudad y España", relata Jacobo Prado García, primo del padre de la deportista.

La abuela de ambos, Dolores, nunca olvidó La Línea y sus recuerdos los trasladó vivamente con orgullo a todos sus descendientes. Su esposo Juan -cuyo apellido conserva su nieta- nació de Estepona, pero fue otro embajador de La Línea en tierras australianas.

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