Fin a dos años invicto en el Martín Carpena
Baloncesto l Euroliga
Un demoledor último cuarto del Panathinaikos acaba con la racha del Unicaja de 23 partidos caseros sin ceder en Europa
El Unicaja tenía la opción de encarrilar la clasificación para los cuartos de final de la Euroliga, pero el rival no era el más propicio, el Panathinaikos, un equipo hecho para quedar campeón, a pesar de la irregularidad mostrada en la primera fase y que ganó.
El equipo malagueño presentaba al comienzo unas estadísticas enormes. Dos años sin perder como local en la Euroliga, traducido a números, 23 partidos sin saber lo que era perder ante su entregado público, eso se acabó y el conjunto griego ganaba por última vez en el Martín Carpena hace tres años y lo volvió a repetir.
El Panathinaikos no quería ninguna sorpresa y comenzó muy agresivo (3-11, minuto 4). Una llamada al orden del entrenador Aíto García Reneses hizo que la situación se replanteara y todo cambió (34-30, minuto 15).
El Panathinaikos, un rival sobrio, no perdía la compostura. Emuló a su contrincante y tanto Spanoulis como Jasikevicius y Diamantidis se sumaron al festival anotador desde la línea de 6,25 (45-44 al descanso).
En el tercer cuarto las fuerzas estaban niveladas, aunque el Panathinaikos, con más experiencia, marcaba los pasos. El Unicaja quería imprimir velocidad al juego, pero el conjunto griego no se lo permitía hasta que llegaron los instantes finales, con el cansancio de los visitantes, que aprovechó para igualar y dejar todo para los diez minutos finales, 61-61.
Nueve minutos sin anotar en juego el Unicaja decantó el partido para el Panathinaikos. Solamente cuatro tiros libres de Haislip y Cabezas eran muy poca eficacia para vencer a un conjunto griego experimentado y excelente en defensa. Jasikevicius y el estadounidense Drew Nicholas sacaron su esencia y sentenciaron.
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