Siete jugadores y el entrenador del Unión 70 y uno del Atlético Zabal permanecerán sancionados de forma cautelar hasta el cierre del expediente que el Comité de Competición de la Federación Gaditana abrió ayer por los incidentes que se produjeron en el partido de juveniles que ambos equipos disputaron el pasado domingo. El encuentro fue suspendido en el minuto 69 por un cúmulo de graves incidentes que acabaron con el árbitro algecireño Nicolás Fernández Arjona agredido por futbolistas del equipo sevillano.

Por parte del Zabal queda suspendido Juan Merino y por el Unión 70, el técnico, Pedro Torrano, y los jugadores Jesús Arenas, Miguel Montero, Samuel González, Javier Campos, Valerio Rodríguez, Pablo Navarro y Manuel Soto.

Competición da cinco días de plazo a ambos clubes para que presenten alegaciones al acta de Fernández Arjona.

Una dura entrada del sevillano Valerio sobre el local Juan Merino, a la que éste respondió con un puñetazo, originó los incidentes. El árbitro expulsó al linense, pero el técnico visitante ordenó a su equipo que se retirara del terreno de juego. El colegiado advirtió entonces a los miembros del Unión 70 de que si se iban decretaría que se habían retirado y, de camino a vestuarios, fue increpado por varios de los visitantes, incluido el agredido, que vio la roja. Ahí se generó la pelotera. Una lluvia de golpes cayó sobre Fernández Arjona, al que protegieron de males mayores los directivos del Zabal.

Cuando el Zabal confirmó que efectivos de la Policía Nacional se encaminaban al campo Virgen del Carmen y comprobó que la integridad física de Fernández Arjona no corría peligro, todo se calmó. Antes, de camino al vestuario, el árbitro anunció en voz alta que todos los futbolistas del Unión 70 eran expulsados y decretó la suspensión del encuentro. Fernández Arjona se refugió en la caseta y se quedó con todas las fichas para redactar el parte de incidentes. Al final llegó la Policía y todo terminó.