Real Betis y La Línea se constituyeron este domingo en los grandes triunfadores de la XXVI edición de la Copa de Andalucía ACB. Los sevillanos derrotaron al Unicaja en la final -los dos habían derrotado antes al Fundación Granada- (72-75) y levantaron un título que se le resistía desde 2019, el séptimo de su palmarés. Y la ciudad que ha servido de escenario a la competición no solo ha vuelto a demostrar su capacidad para organizar grandes eventos de la mano de su equipo de básket (ULB) sino que se ha divertido de lo lindo durante los tres días que ha durado la competición.

No podía tener mejor desenlace la Copa de Andalucía que se celebró en La Línea. El Betis, que fue a remolque casi todo el partido, se vino arriba cuando parecía que lo tenía todo perdido en el arranque del último cuarto y con un espectacular triple de ocho metros de Shannon Evans a falta de tres segundos volteó el marcador.

Con esa canasta se hizo con el torneo a pesar de un último intento fallido de los de Ibón Navarro, que partían como favoritos y que, aunque echan en falta a sus internacionales, tiene ahí, a tiro de piedra, el arranque de la Champios (BCL).

Y lo peor no es el resultado, que no deja de ser una anécdota de pretemporada, lo peor es que hasta tres jugadores (Kendrick Perry, Augusto Lima y el canterano Mario Saint-Supéry) abandonaron el coqueto pabellón linense con problemas físicos.

Más allá de lo que sucedía en el parquet, el pabellón fue una fiesta en la que se entremezclaban las camisolas de la Real Balompédica, presente siempre en cualquier acontecimiento en La Línea, las del Real Betis y las de Unicaja, porque fueron un buen puñado los que se desplazaron desde Sevilla y Málaga para ver en directo de los suyos y disfrutar de las bondades de la oferta hostelera linense en las horas previas

Paralelamente al torneo se desarrolló en La Línea el clínic de pretemporada para los árbitros andaluces en categoría N1, que también propició la presencia de numerosas personas en la ciudad durante el fin de semana.