Balona: más de un siglo y parte de cero
Los albinegros modifican su plantilla durante su primer día de entrenamientos Rafa Escobar establece un récord, al iniciar su cuarta andadura consecutiva al frente de los linenses, la sexta en su carrera El club incorpora un experto psiólogo, José Iniesta, a su cuadro técnico
La primera jornada laboral de la Real Balompédica Linense 2013-14, la de ayer, se constituyó en un fiel reflejo de lo que ha sucedido en el centenario conjunto linense a lo largo de un verano un tanto particular. La Balona empezó el día con una plantilla y lo acabó con otra. En ese periodo de tiempo se había marchado Rafa Villén, cedido al CD El Palo, y se había incorporado, definitivamente, Sergio Ortiz, tras haber recogido por la mañana su carta de libertad en las oficinas de Carranza. En total veinticinco hombres están a las órdenes de Rafa Escobar, José Carlos Jiménez Mane y Miguel Ángel Ordóñez Chichi, que ayer comenzaron a diseñar el equipo con el que jugarán su primer partido, justo dentro de una semana, en el Alberto Umbría de La Estación de San Roque, frente al añejo San Bernardo. Cinco caras nuevas, tres canteranos que se suman al primer equipo y otros cinco que son sometidos a examen.
La Balona, además, incorpora una nueva figura a su cuadro técnico, el psicólogo José Iniesta, un exmilitar especializado en aumentar el rendimiento de deportistas de todos los niveles, que está convencido de que podrá ayudar a los jugadores balonos a llegar lo más lejos posible este nuevo periplo.
El fútbol es de las pocas actividades que hace suya la filosofía de la conocida canción de Dani Martín "Cero". La Balompédica 2013/14 echó a andar a las diez y media de la mañana de ayer sin un sola secuela de la dolorosa última jornada de la campaña pasada, en la que los linenses se quedaron a las puertas de la fase de ascenso a la Liga Adelante. "Hoy es cero", recalca el cantante madrileño. "Quiero que todo vuelva a empezar, que todo vuelva a girar, que todo venga de cero", insiste en la mejor defición de lo que se vive en el primer día de entrenamiento, que tanto se asemeja al arranque del curso escolar: ilusiones intactas, ganas de trabajar de los que están dentro y de volver a experimentar determinadas sensaciones del entorno. Todo nuevo, y al mismo tiempo tan conocido.
El presidente, Alfredo Gallardo, fue el encargado de dar el pistoletazo de salida, con una breve charla en la que recordó al grupo que trabajan "para un club especial" y en la que recalcó lo que quiere de ese colectivo. Nada más salir de la caseta se encontró con la visita del jerezano Biri, que había pasado por el estadio para saludar a sus excompañeros. "Es entrar por esta puerta y siento un cosquillero por el estómago...", dijo el futbolista al acceder a la antesala de vestuarios.
En ese momento tomaba el testigo en el turno de discurso el primer entrenador, Rafa Escobar, que dedicó más de media hora en la caseta a notificar a sus hombres unas pautas innegociables de conducta, al tiempo que marcó como objetivo "sumar el mayor número posible de puntos, con humildad, pero también con osadía".
Escobar, y es algo que no debería pasar desapercibido, abrió ayer un capítulo importante en la historia de la Balompédica. A pesar de la centenaria historia de la institución, no se recuerda que un entrenador haya conseguido comenzar cuatro campañas consecutivas al frente de la plantilla. Es la sexta del cordobés, que no pudo concluir las dos primeras, pero que en las tres últimas ha enlazado éxito tras éxito.
Después de la charla los jugadores van saltando al terreno de juego, vestidos de un escrupuloso negro que resulta elegante a la vista. El taró suaviza la temperatura. El preparador físico, Mane, que parece no haberse ido nunca, advierte a sus pupilos de que durante la primera semana sentirán algunas molestias.
A diferencia de otros estrenos, por lo particular de la jornada y seguramente por la hora, apenas media docena de inquilinos en la pista de atletismo siguen las evoluciones de los jugadores, que aprovechan cuando pasan al trote para saludar.
El trabajo resulta suave y los balones permanecen guardados en las bolsas. El esférico fue el protagonista del trabajo de tarde, ya con Carlos Guerra y Olmo, que por la mañana no pueden acudir por cuestiones laborales, sobre el césped. A partir de este momento, como dice Dani Martín, "que todo vuelva a girar, que todo vuelva a brillar".
Los albinegros trabajarán el resto de la semana en doble sesión y alternarán escenarios para hacer más llevaderos estos primeros días de mayor carga física.
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