Real Balompédica Linense | Sevilla Atlético

La Balona se descascara (1-1)

  • Los albinegros vuelven a firmar tablas en casa ante un rival de la parte baja

  • El desastroso arbitraje de Fernández Cintas descentra a los equipos

  • El visitante Juanpe y Kibamba, expulsados

David Robador saca a córner una de las faltas ejecutadas por el sevillista Miguel Martín.

David Robador saca a córner una de las faltas ejecutadas por el sevillista Miguel Martín. / erasmo fenoy

El Municipal no se cae a trozos como los más derrotistas quieren hacer creer, pero la Balona sí se descascara. Los aficionados balonos sobrevivieron con una sonrisa la adversidad que suponía ver reducida por primera vez una de las gradas del vetusto estadio linense a una zona supletoria. Sin embargo su equipo fue incapaz de doblegar a un rival clavado en la zona baja, como ya le pasó con el Jumilla.

Los albinegros ofrecieron poquísimo fútbol en un partido que tuvo como tristísimo protagonista a un incapaz llamado Francisco José Fernández Cintas, que pasa por ser árbitro y que es, de largo, el peor que ha pasado por ese recinto desde la tropelía que cometió el granadino Artacho Cobo en enero de 2014. En un duelo sin un mal gesto mostró diez amarillas (lo que se tradujo en una expulsión por bando), mandó a la caseta a un auxiliar de cada banquillo y con el partido ya terminado reflejó en el acta que el meta local Robador le había golpeado con el balón en una acción que se antoja accidental. Todo ello aderezado con una actitud chulesca y dos jueces de línea que parecían ir contra su propio compañero.

No ganó la Balona en un partido con un arbitraje calamitoso. Dos verdades inmutables que no deben eclipsarse. La desafortunadísima labor del colegiado va camino de tener graves consecuencias para el equipo de La Línea en el corto y medio plazo, pero ayer repartió errores y sería un error eliminar la autocrítica para centrarse solo en el presunto juez de la contienda. Por muy malo que éste sea.

La Balona tuvo el balón en el primer tiempo. Pero daba la sensación de estar aplatanada, de funcionar solo a ratos, de sentirse incapaz de desbordar a un Sevilla Atlético que tiene muchos, muchísimos más argumentos individuales y colectivos que los del colista Malagueño, pero que no había puntuado fuera hasta ayer.

La alineación de Abel Suárez en el pivote, como en su día sucedió con Pablo Santana, no produjo saldo positivo. El equipo pierde el entusiasmo que aporta Ismael Chico sin que eso se traduzca en mejor circulación del cuero.

Fruto de ese dominio insulso el equipo de casa tuvo algún acercamiento. Un golpe franco lanzado con veneno por Juampe (11'), un centro de Sergio Rodríguez al que casi llega Gastón (20'), otro que casi cabecea Ahmed (31')... pero no daba la sensación de que el filial nervionense estuviese precisamente acorralado.

Los sevillistas solo se estiraron una vez y formaron un lío. Sergio Rodríguez se resbaló y Javi Montoya se jugó el físico para evitar las consecuencias. El brutal choque con Juanpe acabaría pasandole factura al guardavallas balono. Tanto que nada más comenzar el segundo periodo y tras sacar de puerta, se llevó la mano a la ingle y pidió el cambio. Debutaba David Robador.

A renglón seguido los locales cabecearon dos córner consecutivos. En el primero Sana no acertó de milagro. En el segundo Kibamba sí que lo hizo.

Con la Balona por delante el partido cambió. El equipo de casa perdió el control del juego, que pasó a manos del rival en buena medida gracias a la exhibición del internacional barbateño Bryan Gil. Si de algo hay que dar gracias es de que no jugase desde el principio.

El filial nervionense dio un paso adelante y la Balona se aferraba a una contra. En el 60' Miguel Martín ejecutó una falta con maestría, pero Robador respondió con una parada escalofriante. En el 62', mientras media Balona discutía por qué el rival no echaba el balón fuera con Ahmed en el suelo, Ceda cabeceó al lateral de la red cuando estaba totalmente solo en el segundo palo.

A medida que pasaban los minutos aumentaba la sensación de angustia. Llegó el 65'. Y el árbitro mandó a la caseta por segunda amarilla a Juanpe, el primero de los damnificados de su disparatado sentido de lo que es una amonestación.

Ni contra diez espabiló la Balona. Es cierto que pudo llegar el segundo en dos acciones al límite de Gastón en los que les fueron señalados sendos fuera de juego muuuy discutibles. Pero mientras no exista el VAR en estas categorías, lo único que queda es la frustración.

En el 70' Miguel Martín volvió a toparse con Robador y en el 80 fue Juan Delgado el que lo hizo dos veces con el meta visitante Lucho García.

A falta de siete minutos Kibamba vio su segunda amarilla. Es muy probable que la jugada no fuese ni falta, pero el árbitro le había tomado la matrícula poco antes en una acción que no vio y que acabó con Ceda mostrándole sangre en su labio y esperó al congoleño para mostrar su particular visión de la justicia tarjetera.

Fue irse Kibamba y llegar el empate. Cómo no, obra de Bryan Gil.

Lo último fue la tramontana, la expulsión de David Robador y la sensación de que a esta Balona hay que exigirle mucho más. Por lo pronto, en casa solo le ha ganado al colista y precisamente no han pasado por el Municipal rivales de Champions.

Javi Montoya H

(D. Robador, 47') HHH

Sergio Rodríguez H

Pierre H

Kibamba H

Joe H

Gato H

Sana H

Abel Suárez l

(I. Chico, 85') s.c.

Juampe l

Ahmed l

Gastón Cellerino l

(J. Delgado, 73') H

Lucho García H

Javi Pérez H

Chacartegui H

Checa HH

Berrocal HH

Viedma H

Luismi l

(Bryan Gil, 46') HHH

Juanpe l

Miguel Martín HH

Diego García l

(Mena, 82') s.c.

Pejiño l

(Ceda, 46') H

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