Fútbol | Crisis del coronavirus

¿La Balona en la Copa y el Algeciras salvado?

  • Si la Federación determinase finalizar la temporada con los resultados de la primera vuelta los dos equipos de la comarca alcanzarían sus objetivos

  • Calderón fue clave en su llegada y Fajardo se mantuvo fuera de descenso en la primera mitad liguera

Aficionados de Algeciras y Balona conviven antes del último Clásico comarcal.

Aficionados de Algeciras y Balona conviven antes del último Clásico comarcal. / Jorge del Águila

¿Se imaginan a la Balona clasificada para la próxima edición de la Copa del Rey gracias a la llegada providencial de Antonio Calderón? ¿Y al Algeciras salvado por Emilio Fajardo? Pues es una de las posibilidades, por remota que parezca, que se plantean estos días de confinamiento, sin fútbol por la pandemia mundial del Covid-19.

Con el balón en cuarentena en toda España, son muchas las teorías que circulan y se debaten entre aficionados, técnicos, jugadores y personas de este mundillo sobre cómo debería resolverse la temporada. Entre las dos posturas con más adeptos, la de reanudar a toda costa cuando sea posible y la de cancelar y declarar nula la competición, como ya ha decidido la vecina Federación Portuguesa, existe una tercera vía intermedia que aboga por finalizar con los resultados de la primera vuelta. Una salida para que de alguna manera se puedan resolver los ascensos y los descensos.

Aplicada esta hipotética solución a la Segunda división B, al grupo IV de Algeciras y Balona, esto supondría que los dos equipos del Campo de Gibraltar alcanzarían los objetivos que se marcaron el pasado verano a principios de curso, cuando el coronavirus no era más que una pesadilla propia de la ciencia ficción.

La Real Balompédica Linense finalizó la primera vuelta de la temporada en la séptima posición con 28 puntos e impulsada por el desembarco de Antonio Calderón, que relevó a Jordi Roger después de la derrota ante el Córdoba en el Municipal, aunque lo cierto es que el catalán ya venía herido por el revés en el Nuevo Mirador. Esa séptima plaza clasificaría a los albinegros para la Copa del Rey, un reto muy valorado por el italiano Raffaele Pandalone, más allá de que el presidente soñase con cotas mayores.

Calderón zanjó la primera vuelta con dos victorias seguidas que después se prolongaron a tres en el inicio de la segunda mitad liguera. El experimentado técnico gaditano venció en su debut en San Fernando y después celebró su estreno en casa con un triunfo ante el Talavera. Los balonos alcanzaron el ecuador a dos puntos del San Fernando, el sexto, y con dos más que el Cádiz B, el octavo. Curiosamente cuando la temporada fue interrumpida por la irrupción del Covid-19, tras la 28ª jornada, la Balompédica marchaba séptima también, con 41 puntos, con la permanencia casi en el bolsillo y en proyección de hacerse con el codiciado billete copero.

Esta vía, poco probable, es la intermedia a reanudar a toda costa o cancelar la temporada

El Algeciras cerró la primera parte de la competición en el decimoquinto puesto, fuera de promoción y descenso con 20 puntos, uno más que el Villarrubia (en promoción) y el Talavera (en descenso). Emilio Fajardo, el técnico artífice del ascenso en Socuéllamos, seguía al frente de la nave con aparente normalidad en un entorno que acaba de cambiar de directiva por la vía democrática: Nicolás Andión venció a Paco Martínez en las elecciones celebradas el 26 de diciembre.

Los albirrojos venían de despedir 2019 con un buen sabor de boca ya que, tras su celebrada victoria en el Clásico ante la Balona en el Nuevo Mirador, hilvanaron dos empates de prestigio en Marbella y en casa ante el Recreativo de Huelva. Sin embargo, el punto en Granda ante el colista del grupo aguó a muchos el inicio de año. El equipo zanjaba la primera mitad de la temporada fuera del descenso pero sin haber ganado un solo partido a domicilio. Por entonces pocos sospechaban que el siguiente viaje a Villarrubia iba a ser la última bala de Fajardo antes de su destitución. Fernando Gallego hizo la transición ante el Murcia y en Yecla arrancó la era Salva Ballesta, aún sin el grueso de los fichajes de invierno. Con el maño, de menos a más, los algeciristas marchaban decimosextos con 29 puntos cuando todo se detuvo: en el puesto de promoción igualado con el descenso y a un solo punto de esa ansiada decimoquinta plaza.

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