El Extremadura UD, que milita en el grupo I de la Primera RFEF (categoría en la que también militan Algeciras Club de Fútbol y Real Balompédica Linense) está viviendo sus últimos días como Sociedad Anónima Deportiva. El club de Almendralejo (Badajoz) entrará, una vez que lo dictamine la jueza, en fase de liquidación después de que el plazo para presentar la inversión para hacer frente a las deudas actuales haya expirado este miércoles. Todos los integrantes de su plantilla disponen de la carta de libertad desde el próximo uno de enero, lo que quiere decir que cualquiera de ellos puede entrar en los planes de algeciristas y balonos.

El administrador concursal, Bernardo Silva, tenía hasta este miércoles para presentar ante la jueza del Juzgado de lo Mercantil de Badajoz un documento que acreditase que el Extremadura iba a recibir una inyección de capital que permitiría paliar las deudas del club y seguir adelante.

Ese documento era necesario para que la magistrada validase la junta de acreedores del pasado 27 de octubre, en la cual el Extremadura acordó pagar a los acreedores en diez años la deuda que mantenía con ellos.

La jueza necesitaba el documento que acreditase la llegada de la inversión para dar el visto bueno al acuerdo de la junta de acreedores, pero no ha sido así. En realidad lo sorprendente es que la Federación Española, conocedora de los infinitos problemas económicos que arrastraba el equipo almendralejense, le permitiese competir en la categoría de nuevo cuño, para lo que exigía que se demostrase solvencia económica.

El administrador concursal, Bernardo Silva, confirma que no hay ningún cambio y que va a comunicar al juzgado que no ha llegado la inversión necesaria.

Ahora la jueza tendrá que tomar la decisión de que el club entre en fase de liquidación, por lo que en los próximos días se confirmará esta situación y el Extremadura comenzará su camino a la desaparición.

Ante esta decisión se pueden presentar alegaciones, lo que dilataría en el tiempo la liquidación total del club, que ahora mismo es inevitable.

Los jugadores cuentan con la carta de libertad a partir del 1 de enero, por lo que no se quedarán sin competir en la segunda parte del campeonato.

La plantilla ya se negó a disputar un encuentro, en Riazor ante el Dépor, el pasado 14 de noviembre. Si como todo indica los extremeños no vuelven a competir en 2022 y no disputan los dos últimos partidos de la primera vuelta, todos los resultados de los encuentros en los que hayan participado hasta ahora quedarán anulados.