La temporada inaugural ha servido para corroborar que, salvando contadísimas excepciones, el atractivo deportivo de la Primera RFEF contrasta con con su debacle económica. Diecisiete clubes afectados por denuncias de los jugadores (por ninguna en Primera y Segunda división) dejan muestra de que la categoría precisa mejoras que pasan, necesariamente, por el aumento de los ingresos vía Federación y la disminución de los gastos obligatorios. La Asociación de Clubes de la Tercera Categoría Nacional ha elevado la voz para pedir un control económico, que llevaría implícito un límite salarial y, entre otras modificaciones, la ampliación de plazas que conceden la clasificacación directa a la Copa del Rey (en esta andadura solo lo lograron los cinco primeros, exceptuando filiales) y la eliminación de los partidos de la noche de los viernes.

La Asociación de Clubes de la Tercera Categoría Nacional, de la que forma parte la Real Balompédica Linense, ha sugerido a la Federación que introduzca un control económico que garantice la supervivencia de las entidades, ya que al término de la temporada inaugural de la Primera RFEF 17 clubes (entre los que se encuentra el Algeciras CF por mor de las primas de ascenso de la andadura precedente) de los 40 que han competido se han visto sujetos a denuncias por impagos por parte de los jugadores. Lo curioso es que algunos de los afectados siguen realizando ofertas desorbitadas a los futbolistas con los que pretenden contar el curso próximo.

La Asociación agradece que la Federación Española haya escuchado su petición (a la que se sumaron infinidad de clubes) para que el play-off de ascenso a Segunda vuelve a disputarse, como era tradicional, a doble partido entre los equipos contendientes y no en sede única.

Pero las cinco entidades que la componen no olvidan sus reivindicaciones, que comienzan por el control económico “con el objetivo de garantizar la sostenibilidad de la competición y de sus clubes, mediante el análisis previo de las situaciones financieras, conociendo aquellos sus límites de gasto y evitando así deudas insostenibles”.

Para facilitar la supervivencia de los contendientes, este colectivo reclama que se produzca una rebaja en los costes de la categoría, que va desde la rebaja en en las licencias profesionales (de los 4.500 euros actuales a los 3.000 de la extinta Segunda B) y la recuperación las antiguas ayudas a pagos de la Seguridad Social y la revisión (a la baja) de la factura por arbitrajes.

El cuarto punto de la reivindicación es es dotar a los comités de Gestión y Derechos Audiovisuales, de mayor contenido, efectividad y transparencia “promover creación de un nuevo Comité de Publicidad y Patrocinio, con la finalidad de dotar a la categoría, no solo de recursos, sino de visibilidad y penetración. Impulso de la web de la competición y de su presencia en redes sociales. Mayor participación de los clubes de la división reduciendo el de las Federaciones Territoriales".

En quinto lugar, el Club de los Cinco pide que se supriman los partidos de los viernes por su escaso seguimiento y afluencia de público.

Por último, piden ampliar el número de equipos de la categoría de bronce que juegan Copa del Rey, actualmente son diez, y permitir a los clubes libertad para "aceptar o rechazar el préstamo de CVC, que permitiría acometer inversiones solicitadas por la RFEF".