Puerto de Algeciras

La Sagep despide a los dos estibadores encarcelados por vender falsos empleos

  • Padre e hijo están imputados por estafa, pertenencia a grupo criminal y corrupción entre particulares

  • El cupo de trabajo en la estiba algecireña está cubierto

Trasiego de contenedores en un buque en el Puerto de Algeciras.

Trasiego de contenedores en un buque en el Puerto de Algeciras. / archivo

La Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios (Sagep) del Puerto de Algeciras ha despedido a los dos trabajadores detenidos por la Policía Nacional el pasado 4 de septiembre acusados de vender falsos empleos en los muelles a cambio del cobro de cuantiosas comisiones.

Imputados y en prisión por los delitos de estafa, pertenencia a grupo criminal y corrupción entre particulares, la investigación aún en marcha apunta a que llegaron a pedir entre 12.000 y 30.000 euros a las personas que querían acceder a un puesto de trabajo en la estiba a sabiendas de que el cupo de trabajo está cubierto.

Sin necesidad de aguardar a que concluyan siquiera las diligencias abiertas en el juzgado algecireño que instruye la causa, la Sagep tomó hace días la decisión de prescindir de los servicios de J.M.C.P, de 46 años y apodado el Cafelito, y este miércoles tomó la misma decisión con su hijo remitiéndole una carta de despido. Este mantenía un contrato de formación en los muelles algecireños, según ha podido saber esta redacción.

La Sagep expresó su repulsa ante lo ocurrido y es la primera interesada en poner pie en pared ante la utilización fraudulenta de su nombre, y de sus responsables, ya que de ellos depende en exclusiva la selección y contratación del personal para la estiba en el Puerto.

A través de amigos y familiares, los dos acusados se presentaban a terceros como personas con influencia en el seno del comité de empresa de la Sagep, haciendo creer a las víctimas de la estafa que eso les permitía garantizar su contratación cuando se establecieran procesos de selección.

Algunas de estas personas llegaron a efectuar en parte o en su totalidad los pagos, siempre en metálico, mediando en algunos casos incluso una suerte de contrato en la que los supuestos estafadores se comprometían a mover los hilos para la contratación futura como estibador una vez se abriera la bolsa de empleo, posibilidad no prevista a corto o medio plazo.

Las víctimas comenzaron a denunciar cuando comprobaron que tras la última contratación de portuarios, el pasado marzo, no habían accedido al empleo prometido y que, sin embargo, no les devolvían el dinero. Varias de las víctimas aseguraron que sólo recibieron evasivas y promesas vanas cuando reclamaban la devolución de lo pagado.

La Policía Nacional de Algeciras inició las investigaciones, con apoyo de la Fiscalía, tras conocer de estas ofertas a través de varias páginas web de la ciudad. La mayoría de los implicados aparecían en comentarios de noticias que pusieron en estado de alerta a los agentes. Las indagaciones recibieron un notable impulso cuando empezaron a aparecer víctimas del delito, que llegaron a aportar incluso documentación al respecto.

Las investigaciones continúan abiertas en dos grandes frentes: por un lado, para encontrar nuevas víctimas del padre y el hijo; por otro, para encontrar otros casos, de los que tiene indicios, con un modus operandi parecido y con idéntico resultado.

Los investigadores están convencidos de que hay más casos de esta estafa con implicados aún por identificar. Por ello, la cifra real de afectados puede elevarse a decenas de personas, que no han denunciado bien por no querer reconocer el pago de las citadas comisiones, bien porque conservan aún una falsa esperanza de colocación en el Puerto.

Las empresas estibadoras que operan en Algeciras y los sindicatos acordaron el pasado mes de marzo la creación de una nueva bolsa de empleo de personal eventual para complementar a los trabajadores fijos de la Sagep. Esa bolsa ya cerrada estuvo formada por 460 personas. Algunos de los declarantes cuyos testimonios respaldan la investigación de la Policía Nacional comenzaron a pagar en 2015 y 2016, dos o tres años antes de que esto sucediera.

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