La última estupidez en TikTok: besar y tocar a un dragón azul para hacerse viral
El 'Glaucus atlanticus', una babosa marina tan bella como peligrosa, ha aparecido en playas del Campo de Gibraltar. Su veneno puede provocar vómitos, dolores intensos y reacciones graves: los expertos advierten que no debe tocarse ni siquiera con guantes
“El dragón azul es una joya evolutiva que la naturaleza nos ha regalado”
El dragón azul (Glaucus atlanticus) parece un ser salido de un cuento: tonos azul eléctrico y plateados recorren su cuerpo mientras despliega sus apéndices ramificados como si fueran alas. Su aspecto hipnótico ha cautivado a miles de bañistas en las redes sociales. Pero tras esa apariencia fascinante se esconde un peligro real: sus toxinas pueden provocar náuseas, vómitos, dolores intensos o reacciones alérgicas graves.
La presencia de este pequeño molusco en la playa de Santa Bárbara, en La Línea de la Concepción, a mediados de agosto, obligó al Ayuntamiento a cerrar temporalmente el baño como medida preventiva. La alarma fue breve, pero sirvió como recordatorio: su aparición en el litoral del Estrecho es poco frecuente y, cuando ocurre, exige extremar precauciones.
Pese a las advertencias, en TikTok han comenzado a circular vídeos en los que bañistas manipulan dragones azules encontrados en la orilla. Algunos, en un alarde de imprudencia, llegan incluso a besarlos antes de devolverlos al mar, grabando la escena para conseguir visitas y seguidores. Más de uno ha terminado en urgencias.
Los expertos insisten: no deben tocarse bajo ninguna circunstancia, ni siquiera con guantes. El motivo está en su dieta: el Glaucus atlanticus se alimenta de medusas y sifonóforos mucho mayores, entre ellos la temida carabela portuguesa, y concentra en su cuerpo las células urticantes de sus presas. Estas terminan almacenadas en sus ceratas —los apéndices en forma de dedos que recorren su lomo—, donde multiplican su potencia defensiva.
El contacto con la piel humana puede causar desde enrojecimiento y quemazón hasta episodios de dolor agudo, vómitos, mareos y, en los casos más graves, reacciones alérgicas que requieren atención médica inmediata. Ni su belleza ni los filtros de TikTok cambian esta realidad: besar a un dragón azul no es un gesto romántico, sino una temeridad.
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