'Se quebrarán mis días'. Una novela con pocas páginas y grandes personajes
La estantería | Literatura infantil y juvenil
El libro un diario que se inicia el domingo 24 de noviembre y finaliza el viernes 29, menos de una semana, pero con una gran intensidad de emociones distintas ante un mismo acontecimiento
'La casa del fin del mundo': del texto narrativo a la composición teatral

Iniciábamos este curso recomendado grandes novelas “cortas”, de pocas páginas pero de gran valía, centrándonos en “Bartleby, el escribiente”, de Herman Melville y con la recomendación que el profesorado de Lengua llegase a clase con el libro que está leyendo en ese momento. No me puedo imaginar a un profesor de Lengua que no le guste leer, es como si a un profesor de Educación Física no le gustase entrenar o practicar un deporte. La lectura no es solo una afición, un pasatiempo, un hábito, sino que es una transformación personal y crea adicción. Además, curiosamente quien lee, quien lee mucho, en un determinado momento también necesita escribir. Igual que dentro de todo adulto existe un niño, todo lector va alimentando a un escritor, aunque su finalidad última no sea publicar.
Con esta característica me he encontrado con Abel Gavira, profesor de Lengua que le gusta leer y que ha alimentado al escritor. Realiza su labor docente un centro educativo de Secundaria y Bachillerato de la comarca del Campo de Gibraltar. “Se quebrarán mis días” es su primera novela publicada, pero no su primer texto escrito, porque personalmente he leído otra narración suya anterior, pero que no ha tenido interés por publicar.
“Se quebrarán mis días” es un diario que se inicia el domingo 24 de noviembre y finaliza el viernes 29, menos de una semana, pero con una gran intensidad de emociones distintas ante un mismo acontecimiento. El protagonista y centro de todas las emociones es Manuel Cruz, profesor de un centro educativo pero que se encuentra de baja. Es el protagonista, pero a la vez es el gran ausente. Conoceremos los pensamientos, las actitudes, los comentarios de distintos personajes que tienen relación con Manuel Cruz, pero en ningún momento sabremos los pensamientos, intenciones o actitudes de él.
Es una novela coral, poliédrica, en la que su familia, amigos, compañeros de trabajo e incluso alumnado, intentan presentarnos a su Manuel, porque cada uno de ellos dibuja, pinta con pocos brochazos, a un Manuel distinto, según sus vivencias y sobre todo sus conveniencias, egoístas y personales.
Le preguntamos directamente a Abel sus intenciones con este texto, y nos comenta: "El verdadero objetivo de por qué escribí esta novela no fue para decirle algo solo a mis alumnos o a los adolescentes, sino a toda la sociedad en general. Pero hablando contigo sí me di cuenta de que esa historia se había creado a raíz de descubrir muchos casos donde la salud mental en adolescentes de 17-18-19 años se había empezado a resentir gravemente desde el confinamiento y que además muchos lo ocultaban y ni siquiera se atrevían a contárselo a sus padres. Quizá para que no le pusieran etiqueta, o por el estigma, o por la vergüenza o por mil cosas más. Y había que romper ese tabú porque lo que afecta a un individuo no se queda solo en su parcela, sino que conecta con muchas más. De ahí que la solución no deba ser individual como nos venden continuamente, sino colectiva porque la sociedad siempre existe"
Plantear una narración centrada en la enfermedad es arriesgado, sobre todo para el público adolescente. En la publicidad que nos envuelve e incluso en los parámetros sociales que nos marcan el paso, enfermedad es antónimo de ser joven. Los jóvenes tienen que ser guapos, fuertes, alegres y sobre todo sanos. Todo lo que esté cerca de ellos también deben tener estas características, ¿un profesor enfermo? No, esto no puede existir en un centro educativo. Lo mismo ocurría con la gran novela “Invisible” en la que un adolescente pasea sobre la vía del tren a la búsqueda ¿de? ¿Qué se puede buscar en una vía de tren?
“Invisible” da visibilidad al acoso escolar, ¿y la salud mental? ¿las depresiones? ¿El desprecio a la vida, el suicidio? Todavía muchos de estos temas son tabúes en nuestra enseñanza.
En esta novela la enfermedad es mucho más que un murmullo de fondo es el gran ruido que debemos tapar, todos hablan de ella pero esquivando el auténtico problema, solo Gaby, la mujer de Manu, es la que habla directamente y de esta forma ella toma el protagonismo ante el marido “ausente”. Curro, hermano de Manu, lo quiere con locura, es parte de su vida, de su infancia, de su crecimiento como persona, pero no lo comprende, le duele la salida de Manu y lo expresa con aflicción. Javi, cuñado de Manu, como la mayoría de los hombres, le cuesta exteriorizar sus emociones, sus sentimientos.
El capítulo de “Docentes IES Macondo”, a base de mensajes de WhatsApp, nos recuerda que en España sabemos “Enterrar muy bien”, pero todo el dolor se reduce desde las 8:44 hasta las 9:44. Son únicamente 60 minutos de dolor y tras ellos la vida continúa y “el profesor de guardia” tiene que acudir al aula 42, porque el latido de la vida debe proseguir.
Incluso Adrián, hijo de Manuel, que ya es mayor, solo le preocupa que esto pueda ser un freno en sus planes económicos. Los Vecinos de la calle Alameda, con defensores y detractores, es un fiel reflejo de la sociedad actual. Los padres de Manuel, sobre todo su madre, es la negación, no quiere ver la realidad, se niega a ello y se crea su propia historia…
Abel, con pocas frases, nos presenta una gran realidad que nuestra sociedad, ni los órganos institucionales, profesionales e incluso médicos, aún no les hace frente con toda la energía necesaria.
Los pequeños lectores recomiendan: Alicia Paz Montes, alumna 2º Bach: “Algunos podrían decir que el tema que señala este libro es duro, pero por desgracia es una realidad de nuestra sociedad. Si no se habla de los problemas, se perpetúan y no se superan. Me ha encantado el uno de los WhatsApp en el texto, es algo que está muy presente ya en nuestra sociedad y sobre todo en los jóvenes. Es una lectura muy rápida pero que te hace pensar mucho. Es un libro para leer del tirón, pero al que podemos volver más de una vez”
“Se quebrarán mis días” con el subtítulo “Historia íntima de una devastación” es un texto de Abel Gavira, portada de Nacho Gavira. Tapa blanda, con 90 páginas, tamaño 21 x 15 cm.
Recomendado a partir de los 15 años.
Tiempo de lectura 35 minutos.
Actividades con su lectura: Como siempre las realizamos en tres momentos.
- Antes de empezar a leer: Título, subtítulo e ilustración de portada. ¿Qué nos quiere decir el título? ¿El subtítulo nos orienta?
- Durante la lectura: ¿Qué te parece la actitud de los personajes que hemos leído? ¿Y el uso del texto como WhatsApp?
- Finalizado el libro: Nos convertimos en creadores. Conviértete en uno de los alumnos de Manu y participa en la conversación. ¿Qué dirías de un profesor tuyo en esa situación?
Autoría:
Abel Gavira Segovia La Línea de la Concepción. Abel Gavira Segovia nació en La Línea en 1979 y ha estudiado Filología Inglesa e Hispánica en la Universidad de Valencia, donde vivió durante 8 años, pero en cuanto tuvo la oportunidad volvió a su ciudad para trabajar de profesor donde ejerce en el IES Mediterráneo. Sus escritos, como su vida, es de compromiso con el ser humano, sea de donde sea y venga de donde venga, como bien le enseñaron. Le encanta la justicia poética y desea que algún día esta tierra la tenga.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Iceberg