El Puerto de Algeciras se estanca

Al sur del Sur

La huelga patronal de los transportistas en la terminal de TTI ha sacado a la luz los graves problemas de operatividad en los muelles debido a la falta de espacio y sus angostos accesos

La precaria conexión por tren, la saturación de los fondeaderos, la parálisis de la proyectada ampliación de los muelles y las restricciones a las emisiones de los buques completan el cuadro

Camiones en el Puerto de Algeciras.
Camiones en el Puerto de Algeciras. / Erasmo Fenoy

Va para una década que el conjunto de las terminales y muelles adscritos a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) superaron por vez primera los 100 millones de toneladas de mercancías trasegadas en un solo año, consecuencia directa del buen trabajo llevado a cabo por el conjunto de la comunidad portuaria y de una situación geográfica privilegiada bien conocida. Ejercicio a ejercicio, el movimiento de graneles y contenedores, al igual que de pasajeros, fue ganando posiciones, aun con la consciencia de que la supervivencia del puerto a medio y largo plazo pasaba por su crecimiento y por mejoras en varios frentes.

Ese medio plazo se ha cumplido y el diagnóstico sobre los retos pendientes de los muelles algecireños apenas ha experimentado cambios. En lugar preferente, por desgracia, se sitúa el cuello de botella que representa la conexión ferroviaria, sin fecha de arreglo, bien solo a través de Bobadilla o, simultáneamente, mediante un trazado ex novo Algeciras-Jerez, con un ramal a Tahivilla (Tarifa), según el diseño obrante para el túnel del Estrecho.

Se mantiene también a la espera la puesta en carga de las 30,5 hectáreas que desde 2016 están ociosas en Isla Verde Exterior: pese a que la vecina terminal de contenedores de la surcoreana TTI está saturada (hasta el punto de que los transportistas se han puesto en huelga por los retrasos en el despacho de las mercancías) ni esa ni otras empresas parecen dispuestas a asentarse en esa amplia parcela. Como consecuencia, también están parados los planes para ampliar los muelles mediante más rellenos.

En Marruecos, las decisiones se toman en torno a una mesa camilla y poco se puede hacer ante un país cuya normativa es la que es a todos los niveles, pero difícilmente se le puede culpar de nuestros errores

Tampoco se han hallado soluciones para ampliar las zonas de fondeadero al este del Peñón (mientras Gibraltar hace negocio en esos mismos espacios), en tanto que las colas en las ya angostas entradas y salidas de los muelles van en aumento, a la espera de que los trabajos -fuera ya de plazo- en el Acceso Sur alivien la situación.

Un inicio de año regular

Los primeros meses de 2025 no están siendo buenos para la APBA, hasta el punto de que la referencia de los 100 millones de toneladas se presenta como un objetivo difícil de lograr para el final del ejercicio. Si bien el tráfico de pasajeros y de vehículos presentó hasta abril cifras en positivo gracias al dinamismo de las conexiones con Tánger-Med y Tánger ciudad, el movimiento total de mercancías bajó en esos cuatro meses un 6,78% respecto al mismo periodo del año anterior. La incertidumbre internacional no ayuda, en efecto, aunque los puertos de Valencia y Barcelona presentaron mejores datos: el primero creció un 0,15% y el segundo tuvo una caída de solo el 1,3%.

El Puerto de Algeciras debe frenar su pérdida de peso en relación a otros muelles, tanto españoles como extranjeros, principalmente, de Marruecos. El país vecino prevé tener listos antes de 2030 los nuevos megapuertos de Nador West Med -a un paso de Melilla- y Dajla, en la vertiente atlántica. Al igual que ocurre con Tánger-Med, ambos están llamados a entrar en competencia directa con Algeciras, donde el 80% aproximado del tráfico de contenedores corresponde a operaciones de trasbordo.

Ante ese panorama, la APBA y el conjunto de las administraciones públicas están obligadas a reforzar la posición de la bahía de Algeciras -más Tarifa- como principal enclave portuario del sur de Europa. Vale que, en Marruecos, las decisiones se toman en torno a una mesa camilla y que poco se puede hacer ante un tercer país cuya normativa es la que es a todos los niveles -incluida la referente a las emisiones contaminantes de los buques, restringida por la UE a través del ETS- pero difícilmente se le puede culpar de nuestros errores y del estancamiento que padecemos en los aspectos reseñados.

El Puerto de Algeciras se aproxima pasito a pasito a una línea de peligro pintada en rojo, afectado por una patología múltiple cuyo tratamiento y análisis requiere de muchísimo más espacio que estas líneas y de soluciones adoptadas en comandita. Los datos están sobre la mesa.

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