Campo de Gibraltar

Un proyecto hostelero abre el debate sobre la gestión del parque natural

  • La junta rectora del Estrecho expone hoy la propuesta de un establecimiento de restauración y ocio

Chiringuito que actualmente está ubicado en la zona donde se desarrollará la propuesta presentada a la delegación de Medio Ambiente.

Chiringuito que actualmente está ubicado en la zona donde se desarrollará la propuesta presentada a la delegación de Medio Ambiente. / Erasmo Fenoy

La empresa Varadero Xada ha presentado a la delegación territorial de Medio Ambiente el proyecto básico para la implantación de un establecimiento hostelero de playa y escuela de actividades náuticas y de naturaleza en una finca anexa a la zona conocida como Venta de Porro. Esta actuación se llevará a cabo sobre un enclave que, tal y como reconoce el promotor, es de un alto valor medioambiental por pertenecer al Parque Natural del Estrecho; y también cultural, ya que en esta parte del litoral tarifeño se encuentra posiblemente el yacimiento arqueológico de la antigua ciudad romana de Melaria, aunque realmente se desconozca su ubicación concreta.

La iniciativa se va a llevar a cabo en una zona en la que se ubica actualmente el chiringuito Smile, que ya posee licencia municipal de actividad, y que ha sido adquirido recientemente por el promotor del proyecto para ser desmontado y trasladado al emplazamiento previsto por el nuevo planeamiento para integrarlo en la nueva actuación, "de mejor calidad, más respetuosa con el entorno y complementaria de las actividades de interés social que en ella se contemplan".

50 cmProfundidad. Los suministros de agua y electricidad se harán con canalizaciones de medio metro

El proyecto incluye un edificio que, además del uso hostelero, también tendrá usos de formación y conocimiento del medio. Con este fin se construirán dos aulas independientes, una para albergar una escuela de surf y vela y la segunda para un aula de naturaleza y usos múltiples. El promotor defiende que también se harán cursos y talleres de formación y educación medioambiental, y otras actividades de interés socio cultural y del ámbito de la salud. "Ambas contarán con un programa continuado durante todo el año y se complementarán con el servicio ofrecido por el propio establecimiento hostelero. El aula de la naturaleza se ha concebido como una parte integradora de esta actuación ya que ésta, además del propio espacio físico dentro del edificio, se ha pensado como un todo que ocupa las más de cinco hectáreas con que cuenta la finca", añade la propuesta que será debatida esta misma tarde en la junta rectora del parque natural del Estrecho.

La parcela está incluida en el sector SL-1 Valdevaqueros, ocupando el espacio destinado a sistema general de espacios libres. Al lugar se accede desde la N-340 a la altura de la Venta de Porro, a través de un carril de albero que discurre los primeros metros por una cañada real y luego por un camino existente, de las mismas características que el anterior, pero más deteriorado por falta de mantenimiento y su alto uso.

La idea del promotor es generar una actividad en la que se englobe e interaccionen la hostelería, la formación náutica y la medioambiental y cultural durante todo el año, "de modo que ello contribuya a la desestacionalización del sector turístico actual", añade la propuesta.

"Se hace necesario, pues, un edificio aislado que cause el menor impacto posible en el medio, pero que sirva como concentrador y dinamizador. Además, será necesario un gran aparcamiento que de servicio a lo proyectado y que solucione el gravísimo problema existente en estos terrenos por el uso indebido, irresponsable y desproporcionado que se hace del mismo como aparcamiento de cientos de vehículos e incluso como zona de estancia permanente de caravanas a lo largo de todo el año".

La actuación que se proyecta será fácilmente desmontable y la cimentación del edificio se resolverá mediante la ejecución de un entramado de vigas de madera apoyadas sobre una capa de unos 30 centímetros de grava confinada en un cajeado de madera de pino tratada. Con ello, el promotor persigue causar el menor impacto posible. "Los únicos movimientos de tierra consistirán en aportes de materiales estériles, salvo las excavaciones de zanjas necesarias para dotar al edificio de los servicos de agua, electricidad y saneamiento", explica el proyecto redactado por el arquitecto Juan Diego Beardo Varo.

Los suministros de agua y de electricidad se harán mediante canalizaciones enterradas de no más de 50 centímetros de profundidad, desde el edificio hasta los cuadros de contadores existentes en las inmediaciones de la Venta Porro.

La propuesta señala que para los movimientos de tierra será necesaria la realización de un control de actividad arqueológica con objeto de comprobar la existencia de restos arqueológicos o paleontológicos y permitir su documentación y la recogida de bienes muebles.

El promotor expresa a lo largo de todo el proyecto su disposición a respetar el entorno y su patrimonio. "Debemos garantizar en todo momento la idoneidad del proyecto a desarrollar y la salvaguarda del patrimonio conocido y por conocer. El control arqueológico de la obra garantizará la compliación de la información necesaria para conocer el cambio de cotas en las diferentes unidades estratigráficas de la zona. La superficie a excavar será la requerida para la ejecución de las zanjas y siempre bajo la dirección de un arqueólogo", concluye.

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