La Policía y la Guardia Civil expulsan a 47 agentes por narcotráfico en la última década, con casos destacados en el Campo de Gibraltar

Desde 2014, un total de 47 funcionarios han sido apartados del servicio por vínculos con el tráfico de drogas, incluidos casos como el de un guardia civil en San Roque y un jefe de la Policía Nacional implicado en el mayor alijo de cocaína intervenido en España

Un guardia civil y su hermano, entre los líderes de una red de tráfico de hachís desarticulada en el Estrecho de Gibraltar

Un agente de la Guardia Civil y otro de la Policía Nacional contemplan un enorme alijo de cocaína.
Un agente de la Guardia Civil y otro de la Policía Nacional contemplan un enorme alijo de cocaína. / JOSÉ ÁNGEL GARCÍA

Algeciras/Casi medio centenar de agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil han sido expulsados en la última década por su implicación en redes de narcotráfico, según revela el Ministerio del Interior. En total, 47 funcionarios han sido apartados del servicio, con 20 casos en la Policía Nacional y 27 en la Guardia Civil. Estos agentes fueron suspendidos de manera definitiva tras ser condenados penalmente por su vinculación con el tráfico de drogas, según ha publicado este viernes El Confidencial.

Entre algunos de los casos más relevantes, destacan la implicación de agentes en el Campo de Gibraltar, un territorio especialmente afectado por el narcotráfico, como el reciente arresto de un guardia civil destinado en San Roque, detenido en noviembre de 2024 en el marco de la operación Templario. Como adelantó entonces Europa Sur, este agente, natural de Ceuta, estaba vinculado a una red de tráfico de hachís liderada por su propio hermano, uno de los cabecillas de la organización conocida como los Big Three del Estrecho. La colaboración del guardia civil con la red resultó esencial para el transporte y blanqueo de dinero, lo que permitió a la organización mantener su operatividad.

Otro caso significativo tuvo lugar en el Puerto de Algeciras, cuando la Policía Nacional detuvo, también en noviembre, al jefe de la Sección de Delitos Económicos de Madrid, Óscar Sánchez Gil, acusado de colaborar con una organización que introdujo el mayor alijo de cocaína intervenido en España, con 13.000 kilos de droga. El agente fue arrestado junto a su esposa, y se descubrió que ocultaba 20 millones de euros en billetes en las paredes de su casa.

Estos incidentes, aunque minoritarios en comparación con el total de efectivos, evidencian cómo las mafias intentan infiltrarse en las fuerzas de seguridad, en especial en "zonas calientes" como el Campo de Gibraltar, donde la cercanía con el Estrecho y el Puerto de Algeciras facilitan las operaciones de narcotráfico. Fuentes policiales apuntan que las organizaciones criminales buscan "tener acceso al policía, conocer su entorno y sus rutinas", lo que convierte a los funcionarios locales en objetivos más vulnerables que aquellos de los servicios centrales.

La tendencia de corrupción interna también ha afectado a la Guardia Civil en casos como el juicio celebrado en abril de 2024 en Almería, donde un agente fue acusado de revelar secretos a una red criminal a cambio de pagos en especie. Este agente formaba parte de un grupo que introdujo 1.250 kilos de hachís a través de los puertos de Roquetas de Mar.

Los datos que desvela El Confidencial detallan cómo 20 agentes de la Policía Nacional han sido expulsados en diversas etapas, meintras que el caso de la Guardia Civil han sido 27 los expulsados en el mismo período, desde 2014 hasta 2024. Este fenómeno subraya la dificultad de erradicar la corrupción interna en las fuerzas de seguridad.

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