Sequía

Los pantanos del Campo de Gibraltar, mejor que hace un año

  • Los embalses de Charco Redondo y Guadarranque acumulan 88,27 hectómetros cúbicos, mientras que en 2021 tenían 84,26

  • El de Almodóvar, que abastece a Tarifa, contiene 4,64 hm3 y hace un año eran 4,58

El embalse de Charco Redondo, tras las lluvias de marzo.

El embalse de Charco Redondo, tras las lluvias de marzo. / Erasmo Fenoy

Los pantanos del Campo de Gibraltar están en una situación algo mejor que hace un año, aunque la comarca, como toda la demarcación hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, sigue en estado de excepcional sequía. Tras las lluvias de los últimos días, el embalse de Charco Redondo está al 45,21% y acumula 35,79 hectómetros cúbicos de agua, mientras que el de Guadarranque se encuentra al 63,04% de su capacidad, con 52,48 hm³. Hace un año Charco redondo tenía 34,57 hm³ y Guadarranque, 49,69. Entre ambos suman 88,23 hectómetros cúbicos (el 54,35% de su capacidad), por los 84,26 que tenían hace justo un año.

El Campo de Gibraltar demanda al año unos 46 hectómetros cúbicos para el abastecimiento a las ciudades, riego agrícola y usos industriales, por lo que hay agua embalsada para más de un año y medio. 

La situación también es mejor que hace un año en el pantano de Almodóvar, que abastece a Tarifa, dentro de la confederación hidrográfica del Barbate-Guadalete. Ahora está al 81,69%, con 4,64 hectómetros cúbicos, y en 2021 tenía 4,58. 

Las copiosas lluvias caídas el pasado marzo ayudaron a que se suspendieran las medidas contempladas por la Mesa de la sequía del Campo de Gibraltar. Entre ellas, estaba prevista la bajada de la presión del agua para el 18 de abril. Tras las lluvias de marzo, Guadarranque y Charco Redondo acumularon 77,1 hectómetros cúbicos de agua. La situación volverá a revisarse en mayo con una cantidad mayor gracias a las precipitaciones esporádicas de abril, no tan abundantes como en marzo. 

No obstante, en la reunión de la Mesa de la sequía celebrada el pasado 25 de marzo en la que se dejaron en suspendo las restricciones, el presidente de la Mancomunidad, Juan Lozano, subrayó la necesidad de mantener la prudencia en el consumo y de avanzar en la puesta en marcha de obras estratégicas como la presa de Gibralmedina. Esta última, como una infraestructura necesaria para regular el río Guadiaro con el fin de garantizar el abastecimiento comarcal de las próximas cinco décadas y no depender de los ciclos de sequía. 

La entidad considera que gracias a las precipitaciones de esta semana se ha cumplido el objetivo de lograr al 30 de septiembre de 2022, cuando concluirá el año hidrológico actual, al menos 20 hectómetros cúbicos de agua embalsada entre las presas de Charco Redondo y del Guadarranque

El mensaje de prudencia sigue vigente porque hace un año la situación solo era un poco peor que ahora y hasta que no han llegado las inesperadas lluvias en un periodo de tiempo que suele ser más seco -en los últimos años ha habido más precipitaciones en otoño que en primera en el Campo de Gibraltar- las restricciones han estado sobre la mesa. 

"El objetivo está cumplido. No es previsible que se apliquen restricciones en lo que queda de año hidrológico ni tampoco en el año natural", reconoció en esa reunión el director general de Arcgisa, José Manuel Alcántara. Aún así, ambos dirigentes recalcaron la importancia de no malgastar agua

La comarca permanece declarada en situación de "sequía excepcional severa" desde el pasado 15 de octubre en virtud de una Orden de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.

Desde entonces, rige una prohibición del uso de agua potable para baldeo de callesllenado de piscinas privadasriego de jardines, parques públicos y privados, campos de golflavado de coches fuera de los establecimientos autorizados, uso de fuentes ornamentales que no dispongan de circuito cerrado de agua, duchas y surtidores públicos.

Estas medidas se mantendrán en vigor hasta que no se registre al menos durante dos meses consecutivos un nivel de reservas de agua superior a los 77,6 hectómetros cúbicos de agua. En la actualidad hay 88,23 hectómetros y desde el 25 de marzo acumulan 77,1, si bien de esta cantidad deben descontarse aproximadamente cinco hectómetros de la llamada "agua muerta" que se genera por el barro y otros elementos del fondo de los embalses. 

Presa de Gibralmedina

La Mesa de la sequía mantiene como uno de sus objetivos la petición a la Junta de Andalucía para que afronte de forma prioritaria la construcción de la presa de Gibralmedina para regular el río Guadiaro con una instalación diseñada para acoger unos 45 hectómetros cúbicos de agua.  

"Actualmente, con estas lluvias, por el río Guadiaro discurren 600 o 700 metros cúbicos por segundo. Se podrían aprovechar con la presa y además regular el río para evitar los problemas de falta de caudal que se sufren en verano", explicó el director general de Arcgisa el 25 de marzo.

Con esta presa, según la Mancomunidad, las necesidades de abastecimiento y crecimiento de la comarca estarían cubiertas para los próximos 50 años (como mínimo) sin estar a expensas de los ciclos de sequía ante la falta de capacidad de las otras dos presas, construidas en los años 70 y 80 del siglo pasado (cuando la población y demanda de la zona era sensiblemente inferior).

"La industria y otros sectores no pueden depender del agua de lluvia para afrontar nuevas inversiones", subrayó Lozano. 

La Mancomunidad, por su parte, mantiene en pie todos los planes de obras para la reutilización y reciclaje de agua en instalaciones como la depuradora de La Línea, entre otras iniciativas. "No puede haber un desarrollo económico de la comarca si no tenemos garantizada el agua", ha enfatizado Alcántara. 

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