La Junta licita por 2,8 millones la redacción del proyecto de la presa de Gibralmedina
Con 45 hectómetros cúbicos, aumentará la capacidad de abastecimiento al Campo de Gibraltar y, en caso de emergencia, a la Costa del Sol
También atenderá la demanda de la zona regable
Algeciras/La Junta de Andalucía ha sacado a licitación la asistencia técnica para la redacción del proyecto de la presa de Gibralmedina casi diez años después de que la Agencia Andaluza del Agua terminara de redactar el anteproyecto de esta gran infraestructura. Situada en el río Guadiaro, en el término municipal de Jimena de la Frontera y muy cerca de San Pablo de Buceite, tendrá una capacidad de almacenamiento de unos 45 hectómetros cúbicos –el volumen variará según la opción más viable– y servirá para abastecer al Campo de Gibraltar y, en caso de emergencia, también a la Costa del Sol occidental.
Se trata de un proyecto que fue consensuado por los agentes sociales de la zona y por la Administración hace ahora 30 años y que no verá la luz, como mínimo, hasta el año 2027.
El importe del contrato es de 2.846.682,30 euros, IVA incluido, y cuenta con un plazo de ejecución de 24 meses debido a la complejidad de los estudios geotécnicos que deben realizarse para decidir la mejor ubicación posible. Estará localizada al este de San Pablo de Buceite y el estudio de regulación de caudales del río Guadiaro elaborado en 2010 recoge cinco posibles alternativas para su construcción.
Según el pliego de condiciones técnicas, la presa de Gibralmedina tendrá tres objetivos principales: la mejora ambiental del tramo bajo del río Guadiaro, permitir el aprovechamiento de las aguas del río para garantizar el abastecimiento urbano y ambiental mediante su conexión con el canal de Guadarranque –con el apoyo a la Costa del Sol occidental– y atender la demanda de la zona regable de la cuenca del Guadiaro.
El documento destaca que el Guadiaro es el único río importante de Andalucía que no cuenta con infraestructuras de regulación. La presa estará ubicada en el arroyo de Gibralmedina, tributario del río Guadiaro, contará con unos 45 hectómetros cúbicos y constará de tres grandes elementos: la obra de captación, el embalse y las conducciones. Habrá dos de estas últimas. Una se encargará de trasvasar el caudal hasta el embalse del Guadarranque con una longitud de 19,6 kilómetros. La otra servirá para dar suministro a la zona regable.
Con todos elementos, la obra tendrá un presupuesto estimado de 239 millones de euros: 155 millones para la obra de captación y la construcción de la presa, 39,2 para la conducción hacia el Guadarranque, otros 35,8 para la conexión con la zona regable y 6 millones para las minicentrales de turbinado.
La consultora que se haga cargo del contrato deberá desarrollar el proyecto en varias fases. En una preliminar, en paralelo con el estudio de las alternativas propuestas, deberá recopilar toda la información ambiental y analizar las afecciones, lo que será determinante para escoger la solución más adecuada y se integrará en el Estudio de Impacto Ambiental definitivo. La intención es construir la presa en la zona de menor impacto ambiental.
Posteriormente se redactará el documento de inicio, que debe contener información sobre la definición y ubicación del proyecto, las principales alternativas consideradas y un análisis de los impactos potenciales de cada una y un diagnóstico territorial y del medio ambiente afectado.
El siguiente paso será la redacción del Estudio de Impacto Ambiental, en el que se deberá inventariar la geología y geomorfología de la zona, la hidrología y zonas inundables, la flora y la fauna y la afección a otros sistemas acuáticos y espacios protegidos. También se tendrán en cuenta los hábitats de interés comunitario y los elementos de interés cultural y el impacto sobre el paisaje, vías pecuarias y suelos. También se deberán estudiar las expropiaciones necesarias para hacer realidad el proyecto.
El mejor emplazamiento
En la Memoria del Plan de Infraestructuras del Guadiaro, finalizada en 2017, se deja claro que la ubicación junto a San Pablo de Buceite es la más adecuada entre las pocas alternativas disponibles en esta zona. Para ello se utilizaron planos, fotografías aéreas y posteriores comprobaciones in situ. De hecho, los estudios han demostrado que no existen espacios libres en los cauces del propio río Guadiaro ni de sus afluentes principales, el Hozgarganta y el Genal.
El emplazamiento del embalse en el arroyo Gibralmedina, afluente directo del río Guadiaro por su margen izquierda, tiene varias ventajas: no tiene ninguna limitación ambiental y está emplazado muy al sur de la toma para el túnel Guadiaro–Majaceite y muy cercano al cauce del río Guadiaro, por lo que la derivación de caudales será más fácil y menos costosa que en emplazamientos más orientales. Además, su situación al sur de la cuenca del río Guadiaro permitirá que los caudales sean muy importantes y también se encuentra muy cercano a las conducciones de enlace con la sistema hidráulico del Campo de Gibraltar. Además, ni la presa ni el embalse afectan a infraestructuras de transporte o energía, ni a núcleos de población.
Demandas futuras
La actual demanda de agua global para todos los usos de municipios del Campo de Gibraltar –excepto Tarifa, que se nutre del embalse de Almodóvar, en la Cuenca Atlántica– es de 65 hectómetros cuadrados al año, que se incrementan hasta unos 80 en el horizonte de 2027, el más lejano que impone la Instrucción de Planificación Hidrológica. En estas cifras no están incluidos los 9 y 4 hectómetros cuadrados al año que se deben considerar reservas estratégicas para Ceuta y Gibraltar, respectivamente.
El volumen anual más optimista que aportan los embalses de Charco Redondo y de Guadarranque de forma conjunta apenas alcanza los 60 hectómetros cúbicos al año, por lo que se antoja necesaria la incorporación de nuevos recursos hídricos para garantizar el abastecimiento de agua al Campo de Gibraltar.
En un análisis topológico de la región se ha demostrado que la única zona capaz de suministrar los recursos hídricos adicionales necesarios es la cuenca del río Guadiaro, con sus afluentes, que tiene unas aportaciones anuales medias muy importantes, pero hasta ahora no ha tenido ninguna regulación.
Aceptación social
El interés y deseo de los ciudadanos del Campo de Gibraltar para que se garantice el suministro de agua mediante el aprovechamiento del río Guadiaro quedó de manifiesto la reunión del Consejo Económico y Social de la Mancomunidad de Municipios celebrada el 21 de septiembre del año 2005. En el acta de la sesión quedó reflejado el siguiente acuerdo: “Aprobar el apoyo del Consejo Económico y Social para que por la Administración Pública competente se pronuncie por una solución compatible con los criterios de desarrollo sostenible y rentable desde el punto de vista Medioambiental, y se desarrollen las actuaciones inaplazables antes mencionadas que permitan garantizar el suministro a las poblaciones y a las grandes industrias, así como los regadíos y urbanizaciones de la Comarca del Campo de Gibraltar”. La propuesta fue aprobada por unanimidad de los veinticinco asistentes, entre los que se encontraban seis alcaldes.
Beneficios según Arcgisa
La empresa pública Arcgisa celebró en junio de 2018 una jornada ténica en la que se desgranaron los beneficios de la presa de Gibralmedina. Los responsables de la compañía detallaron que permitirá regular los caudales del río con un mínimo impacto y, con ello, resolver problemas ambientales. De hecho, Arcgisa indicó hace unas semanas después de que Verdemar denunciara la muerte de peces en el río Hozgarganta que este tipo de incidentes se evitarán con la presa al aportar caudales ecológicos a los ríos. También permitirá que el sector agrícola sea más competitivo, como el turismo.
El embalse, según Arcgisa, también permitirá un valor añadido de entre 40 y 50 millones de euros al año, por lo que se podría amortizar en cuatro o cinco años teniendo en cuenta que el coste de la presa rondará los 155 millones de euros.
Demanda histórica de los regantes
Los regantes de San Martín del Tesorillo y San Pablo de Buceite esperan desde hace años la construcción de esta presa. En una reunión reciente entre la subdelegada de la Junta en el Campo de Gibraltar, Eva Pajares, con representantes de la comunidad de San Pablo, estos le trasladaron la necesidad de la construcción del embalse. Los del Tesorillo también llevan años demandando esta infraestructura, ya que entienden solucionaría los problemas del agua de todo el Valle del Guadiaro y abastecería, además de a las comunidades de regantes, a la Junta Central de Usuarios del Guadiaro-Genal y del margen derecho del Guadiaro y Hozgarganta, así como la Costa del Sol.
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