MARÍTIMAS

Las orcas causan daños en otros dos veleros en el Estrecho de Gibraltar en 24 horas

Puntos donde se han producido interacciones con orcas en el mes de mayo.

Puntos donde se han producido interacciones con orcas en el mes de mayo. / Orca Atlántica-GTOA

Poco están sirviendo por el momento las recomendaciones que el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) ha difundido entre los navegantes en caso de avistamiento o interacción con orcas en el Estrecho de Gibraltar y el Golfo de Cádiz. Tres embarcaciones recreativas -dos veleros y un catamarán- han sufrido el acoso de estos animales en los últimos días: los dos primeros han sufrido daños severos y tuvieron que ser remolcados; en el tercero, la embarcación fue monitorizada hasta llegar a puerto a través del centro de coordinación de Salvamento Marítimo de Tarifa (CCS).

Un mayo negro

La primera de estas "interacciones" -matiza que el Gobierno que el término ataque para describir estos encuentros es "inapropiado e infundado y no debe aplicarse"- se produjo el pasado domingo, 19 de mayo, con el catamarán Blue, blue, blue, de 10 metros de eslora y que navega bajo bandera de Polonia. Salió con cinco tripulantes a bordo del archipiélago portugués de las Azores el 13 de mayo y se dirigía a La Línea de la Concepción. Cerca del Estrecho solicitó ayuda a Salvamento Marítimo por un encontronazo con un grupo de orcas. Aunque se movilizó a la Salvamar Enif, finalmente no necesitó asistencia y fue vigilado hasta que atracó en La Línea a las 17:45.

Dos días más tarde, el Malaika no corrió tanta suerte. Este velero de regata y 24 metros de eslora bajo la bandera de Malta también había salido desde las Azores, en concreto desde Ponta Delgada, el 16 de mayo con cinco tripulantes. La embarcación se topó con las orcas a 11 millas al suroeste del cabo de Trafalgar y, esta vez, los cetáceos le causaron una vía de agua. También acudió en su auxilio la Salvamar Enif y hubo que emplear dos bombas de achique para evitar que se fuese a pique. Después, fue remolcado hasta el puerto de Barbate alrededor de las 8:00, donde se encuentra actualmente.

Lugar desde donde el velero 'Malaika' tuvo que ser remolcado al puerto de Barbate. Lugar desde donde el velero 'Malaika' tuvo que ser remolcado al puerto de Barbate.

Lugar desde donde el velero 'Malaika' tuvo que ser remolcado al puerto de Barbate. / MarineTraffic

También el martes 21 de mayo, pero algo más tarde, fue el velero Galaxia, con bandera de España y 34 metros de eslora, el que solicitó asistencia a Salvamento Marítimo al declarar que, en una interacción con las orcas, había sufrido daños en la pala del timón. La Salvamar Enif lo remolcó hasta el puerto de Barbate y de allí pretende continuar su recorrido hasta Panamá.

Hundimiento del 'Alborán Cognac'

A estos episodios hay que sumar el hundimiento del velero Alborán Cognac el pasado 12 de mayo a unas 14 millas de cabo Espartel, en la entrada sur del Estrecho de Gibraltar. El barco sufrió daños significativos en su casco y timón, además de una vía de agua que puso en peligro la integridad de su tripulación, la cual tuvo que ser rescatada por un petrolero que se dirigía a Gibraltar.

El velero 'Galaxia', de 34 metros de eslora. El velero 'Galaxia', de 34 metros de eslora.

El velero 'Galaxia', de 34 metros de eslora. / Marine Traffic

Sin una solución efectiva

Con la acometida contra Malaika y Galaxia se suma otra novedad en este inexplicable comportamiento de las orcas. Hasta ahora, estos animales solo la habían emprendido con veleros de menos de 15 metros de eslora. Pero ambas embarcación miden 24 y 34 metros respectivamente. 

Según la página web de Orca Atlántica-GTOA que tiene un mapa donde son los propios navegantes quienes informan dónde y cuándo han avistado grupos de orcas, el Golfo de Cádiz y la entrada al Estrecho es, en estos momentos, un auténtico polvorín.

Un velero con el Peñón de Gibraltar en el horizonte. Un velero con el Peñón de Gibraltar en el horizonte.

Un velero con el Peñón de Gibraltar en el horizonte. / Yan Crosson

Cada año, varios miles de veleros procedentes de Europa o América, cruzan el Estrecho hacia el Mediterráneo. Sin embargo, en los últimos veranos, las orcas han pasado de ser un reclamo para el turismo náutico a convertirse en un peligro para el sector que ve cómo disminuye progresivamente el alquiler de embarcaciones o las excursiones en velero por la costa de Cádiz. Por el momento, no se ha encontrado una solución efectiva para acabar con las "interacciones".

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