La odisea de un viaje Algeciras–Madrid: 11 horas de retrasos, incidencias y malestar entre los pasajeros
El tren que salió el domingo a las 15:25 estuvo dos horas parado en Gaucín, regresó a Algeciras y de allí los viajeros tomaron un autobús a Málaga para subirse a un AVE que llegó a Madrid pasada la 1:30
Lo que debía ser un trayecto en tren de apenas seis horas entre Algeciras y Madrid se convirtió el sábado en una auténtica odisea de once horas marcada por retrasos, paradas inesperadas y la falta de información oficial. El periodista Julio Uzal fue relatando en su cuenta de X (antes Twitter) cada capítulo de este accidentado viaje a bordo del Alvia 09331, cuya salida estaba programada a las 15:25 desde Algeciras y llegada prevista a la capital a las 21:20.
Sin embargo, apenas una hora después, el tren quedó detenido en la estación de Gaucín a las 16:37. Lo que en principio parecía una incidencia puntual se alargó sin explicaciones claras hasta las 18:37, cuando los viajeros seguían aún parados en el mismo punto. Tres minutos más tarde, a las 18:40, llegó la primera comunicación oficial: el tren regresaría a Algeciras para que los pasajeros fueran trasladados en autobuses hasta Antequera o Málaga, donde conectarían con un AVE hacia Madrid.
La alternativa, lejos de aliviar la situación, supuso nuevas demoras y tensiones entre los viajeros. Uzal resumía el sentir general en un mensaje en redes: “Un viaje lleno de incidencias, tensión, problemas y nula información. La decadencia de Renfe es deprimente”.
Los viajeros llegaron de nuevo a Algeciras a las 10:50 y se montaron en cinco autobuses que salieron hacia Málaga en torno a las 20:40. La llegada a la estación María Zambrano fue a las 22:10 y el AVE en el que reubicaron a los pasajeros partió hacia Madrid a las 22:50. Finalmente, el convoy alcanzó la estación de Atocha once horas después de la salida inicial, pasada la 1:30 de la madrugada, y con pasajeros exhaustos que al día siguiente debían afrontar su jornada laboral o que lo tuvieron complicado para poder desplazarse hasta otras ciudades a una hora intempestiva.
Las críticas también se extendieron a la atención recibida durante el trayecto. Una de las publicaciones del periodista mostraba la “cena” ofrecida por Renfe a modo de compensación, calificada por muchos como insuficiente y poco acorde a la magnitud de lo ocurrido, con un sandwich vegetal, patatas fritas, agua y una chocolatina.
El episodio reabre el debate sobre la necesaria modernización de la línea Algeciras–Madrid, considerada estratégica para el Campo de Gibraltar, pero que acumula averías, retrasos y quejas de usuarios desde hace años a pesar del cambio de los trenes Talgo por los Alvia el pasado mes de diciembre.
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