La mesa negociadora logra un principio de acuerdo para el convenio del metal

La paz social en el sector del metal, más cerca. Los sindicatos UGT y CCOO y la Federación de Empresarios del Metal de Cádiz (Femca) alcanzaron anoche un principio de acuerdo para desbloquear la firma del convenio provincial del sector. La patronal y las centrales sindicales han estado enfrascadas en la negociación desde principios de año, con dos convocatorias de huelga de por medio y un laudo, el pasado mes de abril, por el que las partes se dieron hasta el 31 de diciembre como límite para buscar el consenso.

El principio de acuerdo, negociado durante los últimos días en la sede del Sercla de Jerez con la mediación del catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Jesús Cruz Villalón -quien entró en el proceso tras el acuerdo de abril promovido por la Junta de Andalucía- propone una vigencia hasta el 31 de diciembre de 2016. En cuanto a las tablas salariales, la propuesta recogida en el preacuerdo implica la congelación salarial para 2014; un 1% de subida en 2015 y otro 1,25% para 2016.

Además, se recoge el pago retroactivo de los atrasos acumulados por las tablas anteriores (en torno al 1,9%) aplicable a los ejercicios de 2011, 2012 y 2013, según explicó a Europa Sur el secretario general de Industria para el Campo de Gibraltar por CCOO, José Lloret.

También se mantienen las pagas extraordinarias y el plus de toxicidad para el segundo y tercer supuesto (lo que implica el cobro por el 85% de los trabajadores adscritos al convenio, los de las grandes industrias, además de ser un plus recogido en el articulado en lugar de ser un complemento personal). A cambio, la Femca ha logrado un incremento del cómputo anual de las horas de trabajo: ocho más en 2014 y otras cuatro en 2015, según Lloret.

El preacuerdo debe ser sometido a la consideración de las asambleas de trabajadores -previsiblemente, también en el seno de la Femca-. La asamblea del Campo de Gibraltar se celebrará el próximo viernes 27 en los salones de la ONCE, en Algeciras, según detalló Lloret, quien valoró como positivo el principio de acuerdo tras el tortuoso camino de la negociación a lo largo del año. "No es para tirar cohetes, pero hacemos una valoración positiva porque en los tiempos que corren se trata de un acuerdo positivo. Entre otras cuestiones, garantiza que los trabajadores del metal cobren, como mínimo, 20.000 euros al año", valoró Lloret.

Desde la Femca, por su parte, emplazaron a la jornada de hoy para dar valoraciones sobre el principio de acuerdo alcanzado anoche.

En caso de contar con el visto bueno de las asambleas laborales y la patronal, la firma se podrá materializar en los últimos días del año, justo en la fecha límite antes de que el convenio aún en vigor entre en ultractividad (sustitución por el Estatuto de los Trabajadores).

El convenio, con unos 10.000 trabajadores en toda la provincia y unos 5.000 en el caso de la comarca, resulta vital ya que se aplica tanto en grandes industrias como en cientos de pymes auxiliares (contratas) además de en talleres mecánicos o de reparación de electrodomésticos.

No ha sido fácil, según el devenir de los hechos desde principios de año. El convenio, inicialmente, expiraba el pasado 8 de julio y ya desde el arranque de 2013 las posturas se vislumbraban como muy distanciadas. La patronal proponía una rebaja salarial del orden del 30% para sentarse a negociar apelando a la necesidad de mejorar la competitividad en la provincia y el mantenimiento del empleo frente a los altos costes de la provincia en comparación con otras.

Hubo huelga en febrero (los días 26 y 27, especialmente notoria en las grandes industrias y con un seguimiento dispar en el resto de actividades) y convocatoria de huelga en abril y mayo a partir del día 17. Justo en el último momento, las dos partes en conflicto acordaron la prórroga del convenio hasta fin de año y la entrada en escena del "presidente del convenio" (Cruz Villalón) a instancias del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL). Su papel no se asemeja al de un árbitro, sino al perfil de un mediador independiente con trayectoria vinculada al mundo laboral y con confianza reconocida por las dos partes.