Campo de Gibraltar

Campo de Gibraltar: Medio siglo de planes de desarrollo

  • Desde 1965, con el programa aprobado en la Dictatura, hasta las medidas aprobadas por la Junta esta semana, las administraciones han buscado mejorar la comarca sin mucho éxito

El pantalán de  la  Refinería Gibraltar de Cepsa en 1967.

El pantalán de la Refinería Gibraltar de Cepsa en 1967. / Archivo de la APBA

El Campo de Gibraltar cuenta desde el pasado miércoles con un paquete de medidas aprobado por el Gobierno de la Junta de Andalucía para paliar los posibles efectos adversos del Brexit. Son más de 60 propuestas destinadas a mejorar la atención a las empresas, las infraestructuras y la calidad de vida de los ciudadanos que residen en esta zona del país, que siempre ha demandado un mejor trato por parte de las administraciones. En mayor o menor medida, las instituciones públicas han respondido a las peculiaridades de una zona marcada por varios factores, como la presencia de Gibraltar, el contrabando y el narcotráfico con la aprobación de varios planes. Desde el primero de ellos, aprobado en 1965 en tiempos de la Dictadura de Franco, hasta el último de esta semana, han sido cuatro los programas para intentar impulsar una comarca con mucha necesidad de atención.

Plan Nacional de Desarrollo (1965)

El primero de estos programas fue aprobado tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado del 12 de noviembre de 1965 y contemplaba un programa de medidas para el desarrollo económico-social del Campo de Gibraltar ante el cierre de la Verja previsto para 1969 y por la carencia en infraestructuras y equipamientos sociales. Desde esa fecha hasta 1979, el plan se llevó a cabo en cuatro etapas. Los ejes principales eran la potenciación del puerto de Algeciras y la creación de las áreas industriales en Los Barrios y San Roque.

Como resultado de los trabajos llevados a cano por una comisión interministerial desde 1964, se llegó a la conclusión de la necesidad de adoptar un conjunto de medidas de promoción de la zona. Por entonces unas 12.000 personas se ganaban la vida en Gibraltar y las medidas más importantes iban encaminadas al desarrollo industrial de la zona para paliar esa dependencia de la colonia británica. Para ello, el Campo de Gibraltar fue declarado como zona de preferente localización industrial. Los polígonos industriales que se crearan en la zona serían financiados con cargo a una partida aportada por el Gobierno. El Plan Nacional de Desarrollo también contemplaba actuaciones encaminadas a intensificar la enseñanza y formación profesional y acelerar los proyectos que se encontraban por entonces en estudio y en ejecución. Además, se pretendía fomentar la iniciativa privada y además de la actividad industrial, el Campo de Gibraltar fue considerado como zona de interés turístico.

De aquella época quedan como herencia la refinería de Cepsa en San Roque y todo el polo petroquímico instalado a su alrededor, además de Acerinox, que comenzó su actividad ya en la década de los 70. Otras compañías como Sevillana de Electricidad y la papelera Celupal también se instalaron en la zona gracias a incentivos de hasta un 20% de subvención en la inversión, preferencia en la obtención de líneas de crédito oficiales, libertad de amortización y reducción o supresión de los aranceles en casos de importación de maquinaria adquirida en el extranjero.

En La Línea, para dar cabida a los empleados que iban a perder sus trabajos en Gibraltar, en el polígono industrial de Campamento se proyectaron varias empresas, pero la mayoría resultaron un fiasco. Confecciones Gibraltar fue el más sonado, ya que previó 2.500 puestos de trabajo, pero como mucho empleó a 1.500 operarios y en 1975 cerró tras un expediente de crisis. Crinavis también fue un fracaso. La empresa llegó a construir un muelle que no comenzó a funcionar hasta 1997. Las obras del astillero comenzaron en 1973 con una inversión de 4.000 millones de pesetas –de la que el Estado protegió 2.800–. El proyecto estaba orientado a construir grandes buques para trasladar gas enfriado y licuado. Pero una vez que estuvo finalizado se estimaba que los buques criogénicos eran peligrosos y que el traslado desde Siberia por gasoducto resultaba más rentable. Entonces la actividad se limitó al desguace de barcos. No fue hasta 1995, cuando Cernaval obtuvo de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras la concesión administrativa del muelle, cuando las instalaciones acogieron actividad.

Tampoco fructificaron empresas como Siderar, Acero Internacional SA, Laminados de Fibras, Unión Industrial de Envases o Convelsa. Sí funcionaron Papelera del Atlántico, Migsa y Telettra, aunque al cabo de los años acabaron desapareciendo. De aquella época, lo único tangible fueron varias promociones de viviendas sociales y la Ciudad Deportiva.

Este plan no tuvo el efecto deseado en La Línea. En un año, tras el cierre de la Verja la población disminuyó de 71.000 a 52.000 habitantes. El municipio contó con muchos proyectos. El Gobierno prometió una terminal de ferrocarril que enlazara con San Roque y Algeciras. Se construyeron diez kilómetros de vías a principios de los 70, pero por ellas nunca circuló un tren. También se prometieron un aeropuerto y la construcción de un puerto pesquero y recreativo en La Atunara, que sí se hizo realidad. Por entonces había en la localidad alrededor de 7.000 pescadores.

El Gobierno pensó en La Línea como un foco turístico de importancia y construyó las instalaciones del Burgo Turístico (hoy acoge la Residencia de Tiempo Libre) y un Mesón en Santa Margarita, que nunca llegó a abrir sus puertas.

Para el resto de la comarca, los ayuntamientos contaron con subvenciones y ayudas crediticias para atenciones urgentes de infraestructuras urbanas. La mejora de la estructura económica y social de la zona se pretendía llevar a cabo a través la ordenación rural, la mejora de la ganadería, la transformación del regadío del sistema del Guadarranque, la repoblación forestal, el desarrollo agrario, la renovación de la flota pesquera y, el más importante, el fomento de la industrialización.

También fue importante la aceleración del programa de construcción de viviendas de promoción oficial y privada con un cupo asignado para atender las necesidades más urgentes. Se contempló la creación centros educativos y las entidades que desearan crear centros de enseñanza media podrían tener preferencia en la obtención de subvenciones y anticipos reintegrables. Además, se pretendía dar especial atención a la formación profesional.

El decreto también recogía la aceleración de las obras de infraestructuras, abastecimiento y distribución de agua, alcantarillado, pavimentación, alumbrados, centros sanitarios y otras de carácter público.

Plan Integral de la Junta (1998)

El Campo de Gibraltar contaba con grandes industrias en el arco de la Bahía, la Verja volvió a abrir en 1982 y volvió a emplear a varias personas, pero la comarca no logró el despegue necesario. El Consejo de Gobierno de la Junta aprobó el 22 de diciembre de 1998 una serie de medidas especiales con el objetivo, otra vez, de conseguir el desarrollo del Campo de Gibraltar, que conllevaría la formulación de un Plan Integral, que de llevarse a cabo, supondría una inversión de 308.000 millones de pesetas hasta el año 2007. La Junta se mostró dispuesta a aportar 67.000 millones y esperaba que el resto de las administraciones públicas y la iniciativa privada pongan el resto.

Este documento incluía un conjunto de infraestructuras urgentes: el desdoble de la carretera del Higuerón (finalizado en 2006 pero con tramo de tres kilómetros aún por finalizar), la creación de la Zona de Actividad Logística de la Bahía de Algeciras, la construcción de viviendas sociales y la reparación de las existentes, la rehabilitación del mercado Ingeniero Torroja y del teatro Florida (ambos en Algeciras) y la inclusión de nuevas enseñanzas de ciclos formativos.

Obras en la A-381, contemplada en el plan de la Junta de 1998 Obras en la A-381, contemplada en el plan de la Junta de 1998

Obras en la A-381, contemplada en el plan de la Junta de 1998 / José Luis Roca

El acuerdo también recogía el desdoble de la carretera A-381 y obras para la conexión con la Bahía de Cádiz y la rehabilitación de la antigua Comandancia Militar de La Línea. También se establecía la puesta en práctica de cursos de formación profesional según la demanda de la industria auxiliar de la Asociación de Grandes Industrias y la promoción de un programa para el autoempleo en estos sectores. En La Línea, estaba prevista la construcción de viviendas sociales en El Conchal, del centro de salud de Poniente, un centro comarcal de expedición de moluscos y mejoras en el hospital con la puesta en marcha de un TAC.

Otras propuestas eran la puesta en marcha del Plan de Calidad Ambiental y el desarrollo del Plan Eólico de Tarifa. En el programa de infraestructuras, destacaba el desarrollo integral del puerto de la Bahía de Algeciras con la ampliación de sus instalaciones, el acondicionamiento y los accesos a Crinavis, la ronda exterior de la N-340, la nueva conexión ferroviaria entre la Bahía de Cádiz y la de Algeciras, el acondicionamiento de la línea ferroviaria Algeciras-Bobadilla y la construcción de un aeropuerto en Castellar. También se contemplaba el desarrollo de la estructura metropolitana de la Bahía de Algeciras, el acondicionamiento del puerto de Poniente de La Línea, el equipamiento de La Atunara y el parque metropolitano del río Palmones. De estas, muchas siguen siendo una demanda más de 20 años después.

Plan Integral del Gobierno central (2018)

En 2018, después de que el Campo de Gibraltar fuera escenario de graves incidentes relacionados con el contrabando de tabaco y el narcotráfico, fue el Gobierno de España el que aprobó una serie de medidas específicas “orientadas a dinamizar socioeconómicamente” la comarca con una inversión de 810 millones de euros.

Entre las medidas planteadas por el Consejo de Gobierno hechas públicas el 16 de noviembre de 2018, había algunas iniciativas que ya estaban en marcha, como la mejora del ferrocarril entre Algeciras y Bobadilla (ya propuesta por la Junta 20 años antes) o el recinto fiscal de Los Barrios, con medidas nuevas, entre ellas un plan extraordinario de empleo o la creación de tres nuevos juzgados en la comarca.

En cuanto a infraestructuras, el plan contempla la redacción de los proyectos de la variante exterior de la Bahía de Algeciras, el desdoble de la N-340 entre Algeciras y Tarifa, los accesos norte y sur al puerto de Algeciras, la variante de la N-351 a su paso por Campamento y una alternativa a mejorar las entradas a Tarifa y Facinas. Algunas de estas iniciativas ya estaban en fase de planificación o licitación.

En materia económica y fiscal, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, indicó que en el primer trimestre de 2019 se pondría en marcha el recinto de 130.000 metros cuadrados de zona franca en Los Barrios, que ya llevaba tiempo pendiente de una orden ministerial que autorice la actividad bajo estas ventajas fiscales. Casi un año después, el recinto aún no está operativo. El plan contempla además una serie de medidas fiscales en el impuesto sobre sociedad “para crear y mantener empleo en el Campo de Gibraltar”.

En materia de justicia, se aprobó la creación de tres nuevos juzgados, uno en Algeciras, otro en La Línea y el tercero, en San Roque y de 12 plazas de fiscales especializados en materia de narcotráfico y corrupción, que llevarán aparejadas plazas de funcionarios de apoyo y servicios de guardia.

También se anunció el refuerzo de las plantillas de la Policía Nacional y la Guardia Civil durante 2019 con un presupuesto de 21 millones de euros, que se unían a los 7 ya destinados desde el pasado mes de junio. En el apartado se seguridad ha sido en el que más ha incidido este programa, ya que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han logrado desmantelar numerosas organizaciones dedicadas al contrabando de tabaco y al narcotráfico en estos dos últimos años.

Muchas de las medidas contempladas en este plan no se han podido llevar a la práctica todavía al no haberse aprobado los Presupuestos Generales del Estado para 2019.

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