Lluvia de barro y "fresquito bueno" en el Campo de Gibraltar, pero ¿cuándo volverá el calor?

El Campo de Gibraltar ha despertado este martes, 10 de junio, bajo un cielo encapotado, una leve lluvia acompañada de truenos dispersos y, sobre todo, una sensación generalizada de alivio. “¡Qué fresquito más bueno!”, se escuchaba de boca en boca entre paraguas y terrazas a medio llenar. El termómetro apenas rozará los 23 grados en la costa y los 28 en el interior, pero la sensación térmica es mucho más llevadera que en jornadas anteriores.

La escena, sin embargo, ha venido aderezada con un fenómeno curioso y cada vez más frecuente en el sur: la llamada lluvia de sangre. Aunque el nombre suene a presagio bíblico, tiene explicación científica. Se trata de un efecto atmosférico provocado por el arrastre de polvo del desierto —principalmente del Sáhara— que, al mezclarse con la lluvia, mancha coches, ventanas y suelos con gotas de color ocre, anaranjado o incluso rojizo.

Este tipo de lluvia ocurre cuando coinciden dos factores: una entrada de polvo en suspensión desde el norte de África —conocida como calima— y una atmósfera inestable que favorece la aparición de chubascos. Justo el cóctel que se está dando esta semana, impulsado por una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que afecta a buena parte del país.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que este martes los cielos se irán despejando a lo largo del día y que el sol ganará terreno a partir del mediodía. Sin embargo, la inestabilidad volverá a dejar algo de lluvia escasa durante la madrugada del martes al miércoles, especialmente entre las 2:00 y las 14:00.

El miércoles, además, llegará un nuevo cambio: el viento de poniente sustituirá al levante, lo que supondrá el inicio de un ascenso progresivo de las temperaturas. El calor volverá con más fuerza el jueves y el viernes, cuando se esperan máximas de hasta 30 grados en municipios del interior como Jimena o Castellar, y en torno a los 27-28 grados en el litoral.

¿Y el fin de semana? La predicción apunta a un ambiente plenamente veraniego, con cielos despejados y condiciones ideales para disfrutar del aire libre o escaparse a la playa… salvo en Tarifa, donde soplará con fuerza el levante.

Mientras tanto, que dure el fresquito.